A los problemas que ya existían para poder abastecer a las bases nacionales en la Antártida, ahora se agregaron otros inconvenientes que hicieron estirar los trabajos de aprovisionamiento. Serían tres semanas.
La campaña antártica del 2013 es totalmente anormal, a pesar de las excusas que dio el ministro de Defensa, Arturo Puricelli. Las bases debían ser abastecidas en 35 días tras ser embarcados combustible y víveres en el buque de bandera holandesa Timca, según lo que establece la licitación.
El navío en cuestión empezó el servicio el pasado 17 de febrero en Puerto Belgrano, pero los cálculos más optimistas de los funcionarios señalan que la campaña se estirará al menos por tres semanas más.
La atención pública le prestó atención al tema en los últimos días, después de las denuncias de uno de los integrantes de la base Orcadas, donde se aguardaba el relevo anual de la dotación desde febrero.
Puricelli fue quien salió a explicar que el Timca estaba ya en la zona y con eso dio por cerrada la campaña antártica, pero lo cierto es que aún restan abastecer otras cuatro bases: Marambio, San Martín, Esperanza y Carlini.
Esta situación de emergencia llevó al Ministerio de Defensa a aprobar ciertas medidas desesperadas, como alquilar de emergencia y por contratación directa un crucero para transportar personal a la base San Martín. Se trata del crucero de lujo Polar Pioneer, que navega en el verano entre Ushuaia y la Antártida para excursiones turísticas. La semana pasada fue incorporado a la campaña antártica oficial, mientras Puricelli afirmaba que todo estaba desarrollándose con normalidad, no obstante la demora en el aprovisionamiento.
La base Marambio todavía no recibió combustible, a pesar de que el Timca estuvo fondeado en su cercanía durante 10 días. A eso debe agregársele que no se podía utilizar el helicóptero Kamov por una falla en una turbina y no se pudo hacer el aprovisionamiento por aire y tampoco en balsas, por las condiciones del mar. Fue entonces cuando se notó la ausencia de los MI 17, que fueron comprados por Defensa en 2011 y que podrían haber solucionado la emergencia. En esas naves se gastaron 15 millones de dólares, con el único fin de ser usadas en la Antártida. Después de un año de preparación de la tripulación, Puricelli dejó de lado esas unidades sin dar explicación alguna.
La idea era que los helicópteros se trasladasen con el buque alquilado para abastecer y operar desde Marambio. Algunas fuentes indican que la empresa Transport & Service objetó el embarque de esas unidades aéreas al no figurar en el pliego de licitación. El contrato es de más de 16 millones de dólares y la compañía que perdió el contrato denunció irregularidades ante la Oficina Anticorrupción. Además habían impugnado a su competidora, ya que el buque Timca no podía operar en Antártida. Entre la falla en la turbina y el cierre de hielos en la zona de Orcadas, el Timca se vio paralizado y Puricelli salió a negar problemas luego de que se informase al respecto en los medios. También aseguró que en Orcadas había abastecimiento para dos meses, sin aclarar que se trataba de una evaluación hecha a partir de un racionamiento espartano de comida, cuando no quedaban ni carne ni galletitas. Con ese fin se realizó un lanzamiento aéreo de dos toneladas de víveres.
La operación estaba en marcha y se especulaba que en sólo cuatro días se podía aprovisionar la base. Sin embargo ese no fue el final porque tanto Marambio como San Martín y Carliani están esperando por el Timca y sus víveres, en lo que se prevé que serán tres semanas más de labores.