Numerosos estudios recientes destacan los efectos nocivos del consumo diario de café. Sin embargo, varios especialistas advierten que la ingesta moderada tiene algunas propiedades beneficiosas.
Para confirmar esa teoría, realizaron un estudio de cohorte prospectivo con un grupo de individuos sanos a quienes se les hizo un seguimiento durante varios años para ver su evolución.
El estudio, titulado “The Relationship of Coffee Consumption with Mortality” (La relación del consumo de café con la mortalidad), no asoció “el consumo regular de café con una mayor tasa de mortalidad en hombres o mujeres“.
En base a este y otros análisis, se dedujo que la “dosis” recomendada es de dos o tres tazas al día. Si se toma en mayor cantidad, “desaparecen los beneficios“. El café posee varias sustancias, incluyendo muchos compuestos flavonoides diferentes, que se encuentran en plantas y que tienen efectos antioxidantes.
Una de las razones por las que la cafeína puede funcionar como un antidepresivo leve es que aumenta los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina y la serotonina, que son conocidos por mejorar el estado de ánimo.
Por otra parte, los expertos destacan que los jugos de frutas, aunque se compongan únicamente de fruta, generan una pérdida de potenciales beneficios para la salud cuando uno se deshace de la cáscara y machaca la fibra. Un estudio publicado a principios de 2013 muestra que de 52 batidos comerciales, 41 contienen más azúcar que la Coca-Cola y también más calorías. Además, los jugos de frutas son ácidos y la pulpa se queda entre los dientes. Una manzana al día puede mantener alejado al médico, pero no cuando se ha pelado, mezclado y triturado.
Diferentes investigaciones señalan que comer fruta tiene propiedades beneficiosas, pero beberla produciría el efecto contrario. Un estudio publicado en agosto de 2013 en el British Medical Journal, sobre el consumo de frutas y el riesgo de diabetes tipo 2, reveló que comer fruta reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad, pero beberla podría aumentarlo.
Tres porciones de arándanos, por ejemplo, reducirían el riesgo de diabetes en un 26%, mientras que manzanas, peras, plátanos y pomelos tuvieron un efecto positivo mucho más pequeño. Las bebidas azucaradas conducen a niveles elevados de la hormona insulina y la persistencia de altos niveles de ésta están asociados con un mayor riesgo de algunos cánceres.