La líder del gobierno de Escocia, a favor de la independencia, se comprometió a impulsar otra votación para dejar el Reino Unido dentro de dos años.
Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, a favor de la independencia, se comprometió a impulsar otra votación para dejar el Reino Unido dentro de dos años, a fin de proteger al país de las consecuencias del brexit. La líder de la administración semiautónoma de Edimburgo asegura que “el sistema político de Londres le ha fallado a Escocia, ignorando su voto para permanecer en la Unión Europea y socavando los poderes ya otorgados” al Parlamento escocés.
El objetivo de Sturgeon es celebrar una votación dentro del periodo del parlamento actual, o para 2021, e instó a la legislatura a unirse en el “interés nacional” y defender la democracia.
“El sistema de gobierno de Westminster simplemente no sirve a los intereses de Escocia”, dijo el miércoles en un discurso sobre el brexit y el futuro de Escocia. “El caso de la independencia de Escocia es más fuerte que nunca”.
Sturgeon ha estado bajo presión de facciones dentro de su Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) para exponer una visión de otra votación sobre la independencia, mientras el brexit desgarra la política británica. Los partidarios de una salida dicen que la agitación proporciona la oportunidad de reunir a las tropas nacionalistas, aunque su gobierno se ha centrado en tratar de mantener a todo el Reino Unido dentro de los acuerdos aduaneros de la UE y el mercado común.
De hecho, pocas encuestas muestran un apoyo mayoritario a la independencia. Además, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se ha negado a permitir una repetición del referéndum de 2014, cuando el electorado escocés optó por quedarse en Gran Bretaña.
Todas las regiones de Escocia votaron para permanecer en la UE en 2016, y el SNP es el tercer partido más grande en el Parlamento del Reino Unido. Inicialmente, Sturgeon peleó y exigió otro referéndum, impulsando la legislación a través del Parlamento escocés. Sin embargo, cualquier voto necesita el acuerdo del Reino Unido para ser legal.
Cuando se trata de la independencia, el SNP también se enfrenta a un electorado que aún está dividido, tras una votación de 55 por ciento a 45 por ciento a favor de permanecer en el Reino Unido en 2014. Las últimas encuestas muestran que el apoyo a la separación apenas ha cambiado, aunque el SNP mantiene una ventaja de dos dígitos en el apoyo del partido y se ha mostrado como una poderosa máquina política.
El gran psicodrama del Brexit
El equipo de Sturgeon ha estado tratando de reforzar el argumento económico para una autonomía completa y para disipar las preocupaciones sobre qué moneda usaría un estado escocés independiente. Durante la última campaña, las dudas sobre si podría mantener la libra costaron votos. El SNP planea mantener la libra hasta que pueda hacer la transición a su propia moneda.
Actualmente, Escocia tiene control sobre asuntos domésticos como salud, educación, transporte y una proporción del impuesto sobre la renta. Un asunto clave es que, según el gobierno escocés, el brexit amenaza la capacidad del país para mantener la puerta abierta a los inmigrantes, los cuales son vitales para la economía. Sturgeon presentó este mes un paquete de asistencia para ciudadanos de la UE preocupados por su estatus debido al brexit.
“Escocia debe ser una fuerza próspera y poderosa dentro de Europa”, dijo Sturgeon el miércoles. “En lugar de eso, nos vemos forzados a los márgenes, marginados dentro de un Reino Unido que es, en sí mismo, cada vez más marginado en el escenario internacional. La independencia, por el contrario, nos permitiría proteger nuestro lugar en Europa”.