Desde Bélgica preguntó qué espera para admitir el resultado electoral. Busca que la justicia lo libere de los cargos y así poder regresar.
El destituido presidente del gobierno catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bruselas, exigió al jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que “comience a negociar políticamente con el gobierno legítimo de Cataluña”.
El partido centroderechista del dirigente catalán acaba de ser la fuerza secesionista más votada en las reciente elecciones del 21 de diciembre. Por lo tanto reclama que al formarse gobierno se lo ratifique a cargo de la presidencia. Pero para ello debería regresar a España donde lo aguarda un paquete de cargos judiciales, entre ellos por sedición y acabaría encarcelado como sucede con su ex vicepresidente, Oriol Junqueras.
Puigdemont esta por lo tanto en un encierro. Si no regresa no puede asumir y si regresa tampoco podría porque acabaría encarcelado. De ahí que reclama al ejecutivo que abra negociaciones para resolver estas crisis.
El ex presidente publicó en sus cuentas de las redes sociales un discurso a los ciudadanos de Cataluña con motivo del Fin de Año, difundido desde Bélgica, delante de una bandera catalana y otra de la Unión Europea (UE).
En su mensaje no dio pistas sobre cómo están ejecutándose las negociaciones para conformar gobierno. Hay rumores de diferencias con el partido de Junqueras.
“Las urnas han hablado, la democracia ha hablado, todo el mundo se ha podido expresar. ¿A qué espera el presidente Rajoy a aceptar los resultados?”, se preguntó. Puigdemont fue candidato del centroderechista Junts per Catalunya (JxCat). “Comience a negociar políticamente con el gobierno legítimo de Cataluña”, reclamó.
Las elecciones regionales en Cataluña fueron, en realidad, ganadas por los liberales antisecesionistas de Ciudadanos. Es el partido individual que más votos logró en el comicio, pero insuficientes para poder formar gobierno. Al contrario, el bloque de las tres fuerzas independentistas suma 70 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta en el Parlamento regional.
Una eventual investidura de Puigdemont a distancia requeriría modificar el reglamento de la cámara catalana, y la posibilidad de gobernar desde el extranjero ha sido criticada por sus detractores e incluso por voces dentro del separatismo. “El señor Puigdemont se cree que puede ser presidente de la Generalitat de Cataluña por internet o por whatsapp”, ironizó este sábado Inés Arrimadas, la líder en Cataluña de Ciudadanos . El propio Rajoy dijo el viernes que le parece “absurdo” y fuera de todo sentido común que el dirigente pretenda gobernar desde el extranjero.
Puigdemont no formuló este sábado ninguna propuesta de programa en el caso de que volviera a gobernar, ni dijo si está dispuesto a regresar.
El ex presidente sí valoró positivamente que en los comicios se registrara una participación récord de casi el 82 % y tildó de “vergüenza” para un país de la Unión Europea que el exvicepresidente Junqueras y otros líderes secesionistas continúen en prisión “por sus ideas políticas”.
Los independentistas están dialogando acerca de cómo controlar las instituciones autonómicas pero todavía no han determinado un candidato claro a la presidencia. Sostienen que el único es Puigdemont, pero no hay claridad sobre sus pasos, y no pueden contar con Junqueras por su cuestión carcelaria.
El ex presidente está en Bélgica desde el 30 de octubre junto a cuatro exconsejeros de su gobierno para evitar comparecer ante la justicia española, que ha dictado en su contra una orden de detención por delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos a causa de la declaración unilateral de independencia de Cataluña del día 10 de ese mes.
El Partido Popular de Rajoy ha demandado a Ciudadanos que haga gestos para intentar armar gobierno, pero el partido responde que no le dan los cálculos y no está dispuesto a un intento destinado al fracaso. Ese movimiento parece trabajar con la estrategia de dejar que el bloque independentistas intente salir de su incómoda situación y determine si efectivamente puede formar gobierno. Arrimadas comentó después de las elecciones que tenía dudas sobre si el partido de Puigdemont y el de Junqueras podían llegar a acordar debido a las circunstancias. La estrategia parece clara. Si los secesionistas no pueden formar gobierno habrá que llamar a nuevas elecciones regionales y ahí el resultado podría dejar a Ciudadanos en mejor posición que la que logró ahora.