El juez de Azul habló en la 99.9 sobre lo que jurídicamente se debe analizar en la actuación del policía Chocobar. “Progresivamente buscó la forma menos lesiva para detenerlo”, explicó. También indicó que “durante mucho tiempo hubo una enseñanza del derecho penal vinculada a la defensa de los delincuentes y no con una visión amplia de la defensa de la sociedad. Eso está cambiando”.
El caso Chocobar ha desatado un fuerte debate público sobre la actuación del policía en torno a una situación puntual, pero que se ha querido llevar a una generalización acerca de la manera en que deben actuar los agentes del orden en este tipo de circunstancias.
El juez de Azul, Carlos Pagliere, fue específico en la 99.9 respecto de lo que la ley dice en la actuación puntual de Chocobar, pero también brindó su opinión de lo que debe ser habitualmente la tarea de la policía en este tipo de contextos. “El juez que decidió su situación procesal habló de una legítima defensa en exceso de la misma, pero lo que planteo es que esa calificación legal en realidad no es la correcta porque la actuación del policía no fue para defender al turista porque ya lo habían apuñalado. Intervino cuando culminó esa acción y la defensa ya no es posible. La obligación que tiene todo policía es aprehender a las personas que han ejecutado hechos graves”, aclaró inicialmente.
Cuando un policía decide intervenir en este tipo de hechos, hay cuestiones centrales que se deben poner en tela de juicio y eso es lo que explica el magistrado: “el policía debe salir en persecución porque es su deber y en el cumplimiento del mismo, hay dos requisitos. Uno es que la actuación debe ser necesaria y racional. Cuando uno ve que el policía dio la voz de alto, lo corre, hace disparos disuasivos al aire y esta persona sigue huyendo; recién ahí hace disparos a la zona baja del cuerpo que es la que se utiliza para herir a la persona y detenerla. Estaba haciendo todas las medidas progresivas necesarias para detenerlo”.
En el segundo punto de su exposición, agregó que “la racionalidad tiene que ver con que en este caso hay un hecho violento de sangre y la detención es necesaria. La conducta adquiere racionalidad por el delito que se acaba de cometer e incluso se hizo inmediatamente después de haberse consumado el ataque”.
A pesar de que en este caso puntual, Chocobar hizo lo que debía, aclaró que “el policía no debe ser un justiciero y si la única alternativa ante una fuga es matarlo, preferible que se escape porque no es la persona que debe decidir esa situación. Sin embargo, deben estar entrenadas para provocar el menor daño posible. Si un delincuente está por matar a alguien y el policía lo debe ejecutar para evitar que mate a otra persona, eso es racional, pero en este caso donde no había un peligro latente la actuación fue adecuada porque progresivamente buscó la forma menos lesiva para detenerlo”.
Con el sentido abolicionista que se le ha dado a la justicia durante los últimos años, Pagliere advirtió que se está modificando esa forma de ver a los delincuentes: “durante mucho tiempo hubo una enseñanza del derecho penal vinculada a la defensa de los delincuentes y no con una visión amplia de la defensa de la sociedad. Eso está cambiando. Zaffaroni hoy es más criticado cuando hace declaraciones. Eso no significa que se debe pasar a un modo de ver las cosas de forma abusiva”, finalizó.