El Secretario General del Sindicato de Pasteleros habló en la 99.9 sobre las versiones que se indicaron en medios nacionales sobre una situación crítica en torno a la Confitería Boston por el ajuste y los tarifazos: “esa es la excusa de los empresarios”.
La situación de la Confitería Boston sigue siendo delicada. Sin embargo, lejos de lo que se está expresando en algunos medios, el titular del Sindicato de Pasteleros Carlos Vaquero, diferenció la realidad sobre el origen del inconveniente.
“Los empresarios están diciendo que los aumentos de tarifas y bajas ventas los llevan a esto, pero es una gran mentira que se replica en los medios nacionales diciendo que la política de Macri llevó a que despidiera a 60 personas. Lo que decimos nosotros es que la Boston está así por un mal manejo, un vaciamiento de la gente que tomó la empresa”, aclaró en la 99.9.
Sabiendo que en el medio siempre está la cola de la política, cargó contra los propios empresarios: “a veces todo ayuda para la política, pero no tiene nada que ver lo de la Boston con la política económica, los ajustes o los aumentos tarifarios. Es lo que dicen los empresarios para no reconocer su responsabilidad. Esperamos que aparezca un inversor, algún empresario serio que pueda comprarla”.
Paralelamente la situación con Xocolata también es tensa y se llegó a hablar de amenazas de los gremios para con los empresarios que están incumpliendo con sus responsablidades. “Las amenazas a Xocolata son otra mentira, nunca haríamos eso. Se están haciendo denuncias penales a los trabajadores y no a los empresarios que están haciendo un fraude. A nosotros nos deben más de 3 millones de pesos de aportes, están los reclamos hechos e incluso embargadas las propiedades”, agregó Vaquero.
La gran excusa es la intervención de un empresario extranjero que sería quien debe poner el dinero. El sindicalista indicó que sólo una vez pudieron conocerlo: “es austríaco y vino a fines de marzo cuando no estaban pagando los salarios. Un día apareció y nos reunimos con todos los empleados en la confitería en Varese. Dijo que se estaba enterando de algunas cosas que estaban ocurriendo y de las que no estaba al tanto. Ese mismo día, vino con la plata del medio sueldo que se abonaba, les terminó de cumplir. Se fue y nunca más vino”, finalizó.