El periodista habló en la 99.9 sobre el auto de procesamiento del juez Alejo Ramos Padilla para con Daniel Santoro y remarcó que “no tiene mucha defensa que hacer ante las pruebas que hay en la causa. Ha utilizado la profesión para hacer macanas”.
El juez Alejo Ramos Padilla decidió, en la previa de las PASO del próximo domingo, imputar a Daniel Santoro en una causa donde lo político y las certezas de la investigación se cruzan constantemente. En medio queda la tarea periodística que se ve manchada por este tipo de accionar.
El periodista Christian Sanz se dedicó a leer todo el documento del magistrado y lo analizó en la 99.9: “el auto de procesamiento tiene poco menos de 500 páginas y es interesante lo que cuenta. Hay todo un apartado donde dice que lo que está analizando no tiene que ver con la actividad periodística de Santoro, que no lo convocó por su tarea, sino por el aporte material de una o varias de las maniobras criminales investigadas”.
En base a ello, recordó como fue el desarrollo de la causa y lo difícil que será para Santoro explicar que no tuvo nada que ver: “es una banda de gente que trabajaba para la AFI, extorsionaba personas con información que recogían. Está conformada por Marcelo D´Alessio y gente de la SIDE pero también por Daniel Santoro. Al procesarlo considera que hay prueba para ello. Cuando le pide el celular a Santoro, lo primero que hace es eliminar las conversaciones con D´Alessio. Eso llamó la atención de Ramos Padilla”.
A partir de ahí se empezó a profundizar todo y las cosas tienen sentido para el juez: “cuando se recuperaron los datos y en esas conversaciones surge que Santoro sabe lo que hacía D´Alessio y no es que ocurre hace poco, sino hace años. D´Alessio le decía que para sacarle plata a tal persona, necesitaba que Santoro publique tal cosa. Cuando el juez busca los diarios Clarín de esa fecha, la información es concomitante. Frente a eso no tiene mucha defensa Santoro, sin mencionar que cuando declara todo el tiempo miente y eso le jode al juez”, remarcó Sanz.
FOPEA emitió un comunicado y se alineó en defensa de Santoro, pero ante situaciones donde también podían tomar cartas en el asunto, no lo hicieron: “en su momento tuve amenazas con elementos de prueba porque tenía hasta el número de teléfono de la gente que me amenazaba y uno de ellos era del Ministerio del Interior y el ministro era Aníbal Fernández. Fui con esos elementos a FOPEA y no me dieron ni bolilla. Ahora por mucho menos se abroquelan”.
La actitud en el ejercicio de la labor del propio Santoro y también de Luis Majul, para Sanz son repudiables: “Majul y Santoro no son periodistas, son mercenarios que utilizan la profesión para hacer macanas. Hay que seguir con esto porque sino no se puede separar la paja del trigo”, advirtió.