El Instituto Médico Madariaguense, después de poco más de 20 años, cierra sus puertas el próximo fin de semana al no poder hacer frente a la situación económica actual que llevó, por la pandemia, a la prácticamente inexistencia de operaciones y atenciones programadas.
Durante los últimos meses los 8 socios propietarios intentaron negociar bajo la premisa de mantener las fuentes laborales y darle preponderancia a la labor de médicos locales pero, los únicos interesados retiraron su interés por el centro asistencial.
En total 38 personas pierden su trabajo, entre enfermeros, personal administrativo, limpieza y médicos y se pierden 24 camas del sistema sanitario local.
Raúl Zumstein, uno de los socios, fue el encargado de salir a dar explicaciones y lanzó una autocrítica al decir que todos los asociados son médicos y tal vez no se manejaron empresarialmente de manera correcta porque no manejaban contactos o negociaciones con las obras sociales para lograr los cobros o sumar nuevas.
Tenemos una realidad muy distinta a las clínicas de las ciudades grandes. En los últimos meses han cerrado el 60% de las clínicas de los pueblos. Ayacucho o Gesell y están cerradas. Es nuestra realidad. Sinceramente no le encontramos la forma y los hemos intentado desde ahorro de luz, de personal y no podíamos mejorar. La pandemia hizo lo suyo. Había días sin ningún internado y fines de semana enteros vacíos. Es insostenible el costo mensual
También agradeció a todos los empleados que aceptaron en el último tiempo cobrar en cuotas y relató que todos los propietarios “pudieron el hombro” en todo este tiempo junto a al resto de los trabajadores.