El presidente del Centro de Bioquímicos habló a través de la 99.9 sobre las medidas que se estaban adoptando en los retenes de ingreso a la ciudad: “nos llamó la atención que esta medida no tenía protocolo con sustento sanitario”, dijo.
En Mar del Plata se disparó una controversia respecto de la realización de controles en los retenes de ingreso a la ciudad. Ahí, el Centro de Bioquímicos expresó públicamente que no le parecía correcto la manera en la que se estaba trabajando y concejales de Acción Marplatense pidieron que el gobierno municipal se exprese al respecto.
El presidente de la entidad profesional, Claudio Cova, habló a través de la 99.9 y explicó que “lo que recibimos la semana pasada fueron tres consultas de conocidos donde nos comentaban que al ingresar a la ciudad, si venían de zonas de riesgo, tenían que ir a cuarentena directamente o realizarse un hisopado en un laboratorio privado teniendo que pagar ese estudio. Era la alternativa para no hacer la cuarentena”.
Sin embargo, estas formas de manejarse, no tenían detrás un sustento científico para su realización y es ahí donde los bioquímicos decidieron expresarse: “nos llamó la atención que esta medida no tenía protocolo con sustento sanitario. Además, la Secretaría de Salud nos respondió que no sabía que esto estaba sucediendo en un principio. Un hisopado negativo no descarta que el paciente pueda tener COVID-19 si el contagio fue reciente. Evaluando que el laboratorio que lo practica, lo sabe, se juntaron una cuestión ética desde la profesión y desde el control, nos parecía una alternativa complicada”.
Ahora pudieron encontrar puntos de acuerdo con la gestión municipal para elaborar un protocolo en ese sentido: “ayer tuvimos una reunión con la Secretaría de Salud y el encargado de los retenes y lo que hicimos fue conciliar estas diferencias en la búsqueda de un protocolo con sustento sanitario para que los retenes tengan un criterio de sentido común”.
Mientras tanto, la administración de Montenegro se mantuvo en una postura que no era la correcta y sin avisar en un principio a las autoridades de Salud: “tomar el hisopado como un pasaporte para liberar a la persona, nos parecía una situación como menos, poco prolija. Es difícil sentarnos a hablar como personas de la salud, con gente que trabaja en seguridad, estamos más cómodos hablando con gente de salud”, finalizó Cova.