La compañía ha asegurado que ya hay en el país un “suministro adecuado de rifles deportivos modernos para el futuro”, pero seguirá produciéndolos para militares y policías.
El fabricante de armas estadounidense Colt anunció este jueves que suspende la producción de fusiles de asalto, incluidos los AR-15, para el mercado civil al encontrarse éste saturado.
“En los últimos años, el mercado de fusiles deportivos modernos ha experimentado un exceso significativo de capacidad de fabricación”, dijo en un comunicado el director ejecutivo de Colt, Dennis Veilleux. “Dado este nivel de capacidad de fabricación, creemos que hay un suministro adecuado de rifles deportivos modernos para el futuro”, añadió.
El anuncio llega al término de un verano en el que Estados Unidos ha vivido varios tiroteos como el de El Paso (Texas) o Dayton (Ohio).
Colt, no obstante, aclaró que su compromiso con el mercado civil es “inquebrantable”, así como con la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a poseer armas.
Este fabricante con sede en Connecticut también dijo que seguirá produciendo estos fusiles para sus contratos militares y policiales con el Gobierno. “Nuestros combatientes y fuerzas del orden continúan demandando rifles Colt y tenemos la suerte de haber recibido importantes contratos militares y policiales. Actualmente, estos contratos de gran volumen están absorbiendo toda la capacidad de fabricación de rifles de Colt”, dijo Veilleux.
El fusil de asalto AR-15 es el más popular en Estados Unidos y ha sido utilizado en múltiples de los recientes tiroteos en el país, como el del instituto de Parkland (Florida) en 2018 o el de la discoteca Pulse de Orlando (Florida) en 2016. Su comercialización es uno de los puntos en el recurrente debate sobre el control de armas en el país.
Sin ir más lejos, el precandidato demócrata a la Casa Blanca Beto O’Rourke prometió durante un debate la semana pasada que de ganar las elecciones confiscará los fusiles de asalto tipo AR-15 o AK-47 de los hogares estadounidenses.