En el mundo, ocho millones de toneladas de plástico terminan cada año en el mar, lo que equivale a vaciar un camión de basura por minuto. En el país se tiran a la basura 13 millones de botellas PET cada 24 horas. Al apilarlas, permitirían construir un edificio de 57 pisos como las torres Le Parc por día. Sólo se recupera 24% de los residuos plásticos domiciliarios, y la industria recicladora trabaja al 50% de su capacidad, advierte el sector en el Día Mundial de Medioambiente.
Manchas gelatinosas y parduzcas se arremolinan cubriendo una superficie cada vez mayor de los océanos del mundo. Son las “islas de la basura”. Siete de ellas ya fueron descubiertas: dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Indico, y otras tantas están en formación, según un reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que estableció que el Día Mundial del Medioambiente, que se celebra todos los 5 de junio, se dedique este año a combatir la contaminación por plástico en los mares.
Según proyecciones de este organismo de las Naciones Unidas, de continuar el actual ritmo de vertido de residuos, para el 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos. En el país, según un estudio de la Fundación Vida Silvestre, el 87% de los residuos censados en la costa bonaerense son plásticos.
Se estima que cada año los argentinos tiramos a la basura 13 millones de toneladas de plástico, una cantidad suficiente para construir cada día un edificio de 57 pisos, como las torres Le Parc. Si bien se trata de un material que se puede reciclar hasta cinco veces, más del 90% del plástico que circula nunca fue reciclado.
Una botella PET arrojada a la basura tarda entre 100 y 500 años en degradarse. Pero si se la recupera y recicla, con ella se pueden fabricar fibras textiles para la confección de bolsos, calzado, alfombras, prendas de vestir, durmientes para la industria ferroviaria o nuevos envases. El reciclado consume un 70% menos de energía y emite un 59% menos de gases de invernadero que la fabricación de plástico a partir del petróleo.
De acuerdo con datos de Ecoplas, “en el país sólo el 24% de los residuos plásticos se recupera y hay una capacidad ociosa en la industria recicladora del 50%”. Esta organización lanzó el año pasado una campaña de concientización sobre las ventajas del reciclado, que incluye capacitación a docentes, alumnos, consorcios y recicladores urbanos. También lanzó una serie de sellos, con forma de una mano con el pulgar hacia arriba y las siglas de los distintos tipos de plásticos, para ayudar a su identificación y correcto reciclado, así como una guía con sus usos más frecuentes. De este modo, el PET (Polietileno Tereftalato) se encuentra en envases, botellas, cintas de audio y video, y sirve para fabricar otras botellas y bandejas, fibras textiles, alfombras, cuerdas y filamentos para escobas. El PEAD (Polietileno de Alta Densidad) se encuentra en bolsas de supermercado, envases de lavandina y champú, cajones de gaseosas, caños de agua y juguetes, y se transforma en bolsas de residuos, envases para artículos de limpieza y muebles. El PVC (Policloruro de Vinilo) se encuentra en tarjetas de crédito, juguetes y calzado y se puede convertir en caños para riego, muebles de jardín y suelas de zapato. El PEBD (Polietileno de Baja Densidad), se encuentra en sachets de leche y envoltorios termocontraíbles y se transforma en membranas aislantes y macetas. El PS (Poliestireno) se encuentra en envases de yogur y vajilla descartable y se transforma en artículos de librería. Otros plásticos (PA, ABS, Acrílicos) se encuentran en envases y bidones y se transforman en autopartes y piezas industriales.