La abundancia de gas natural en buena parte del año forzó a una disminución de los precios para que las productoras puedan encontrar demanda. Uno de los principales destinos para el gas es la generación eléctrica en centrales térmicas, que aprovechan para bajar costos.
Genelba, la central termoeléctrica de 837 MW que opera Pampa Energía y es una de las más grandes y eficientes del país, consiguió este verano abastecerse del combustible necesario para generar electricidad a aproximadamente u$s 3 por millón de BTU (/MMBTU) o incluso por debajo de ese precio, al igual que otras generadoras eléctricas.
Los 4 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) que les entrega la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) calculan que los podrán comprar entre junio y agosto -los meses más duros del invierno-, a entre u$s 4,50 y u$s 5,50 /MMBTU, precios mucho más bajos de lo que esperaba el sector meses atrás para esa etapa del año.
La baja en los valores representa también un alivio para el Estado, que a través de Cammesa puede ahorrar en subsidios, que se calculan sobre la base del costo medio de generación (unos u$s 72 por megavatio-hora, /MWh) y el precio mayorista que pagan finalmente los usuarios (en torno a los u$s 50 /MWh).
Para 2019, el Gobierno calculó que necesitará destinar $ 100.000 millones (unos u$s 2500 millones) en subsidiar la electricidad, siempre que el dólar se mantenga en un promedio de $ 40,10 para todo el año, algo sumamente difícil después del salto del tipo de cambio en marzo y abril.
En ese escenario, la disminución del precio del gas juega a favor de la intención del Gobierno de reducir el déficit fiscal mediante la baja de los subsidios. Un gas más barato significará un costo medio de la electricidad menor a los u$s 70 /MWh, ya que más del 60% de la electricidad del país se obtiene de las centrales térmicas.
Inversión en busca de fondos
Pampa Energía, que tiene negocios en casi toda la cadena energética (producción y transporte de gas y generación, transporte y distribución de electricidad), está invirtiendo u$s 350 millones para asegurarse capacidad de despacho y un importante flujo de fondos a futuro con la ampliación de Genelba hasta los 1212 MW netos (y otros 35 MW más que utiliza para consumo interno), capacidad a la que llegará a mediados de 2020.
La empresa de Marcelo Mindlin, que es la líder en el mercado de generación eléctrica en Argentina con 3924 MW de capacidad instalada, sumará en los primeros días de junio 183 MW de potencia a su planta termoeléctrica ubicada en Marcos Paz, a unos 45 kilómetros de Capital Federal.
Genelba, que cumplió 20 años de ingreso en operación comercial el pasado 1° de mayo, contará así con 1020 MW desde el mes que viene, tras la finalización de los trabajos de la primera etapa de ampliación, entre un upgrade de una turbina a gas de ciclo abierto ya existente y la puesta en funcionamiento de una nueva turbina a gas, la cuarta en total, diez años después de construida la tercera.
Además, con la instalación de una turbina a vapor y el cierre de ciclo, agregará otros 192 MW. La planta fue entre 2008 y 2010 la más confiable entre los ciclos combinados, según Cammesa. Eso significa que tiene amplia disponibilidad y corto tiempo de entrada en operación en caso de estar apagada, gracias a la flexibilidad de sus turbinas alemanas Siemens.
Sin embargo, con costos muy por debajo de la media, la planta de Pampa Energía entrega electricidad de base, al igual que las centrales nucleares y buena parte de las hidroeléctricas, que ayudan a capear los flujos de la demanda y la indisponibilidad de las energías renovables, cuando no hay suficiente viento o generación fotovoltaica.
Datos públicos de Cammesa indican que Genelba entregaba ayer energía a unos $ 1198,44 (u$s 26) por MWh, uno de los precios más bajos del parque de generación térmico.