Reiteraron su postura tras una reunión virtual encabezada por el ex presidente desde Francia. La reforma comenzará a tratarse este martes en el Congreso.
Por el “contexto” y la “búsqueda de impunidad” de un sector del Gobierno. Con esos argumentos, los referentes de Juntos por el Cambio ratificaron el rechazo a la reforma judicial impulsada por el Frente de Todos que comenzará a tratarse este martes en el Congreso. En principio los legisladores de la coalición opositora participarán del inicio del debate en el Senado, aunque advirtieron que no están dispuestos a hacerlo de manera virtual en Diputados.
La confirmación de la postura en contra del proyecto presentado por Alberto Fernández llegó luego de una reunión virtual de los integrantes de la mesa nacional, de la que participó Mauricio Macri desde la Costa Azul francesa. Juntos por el Cambio ya había difundido un documento en contra de eventuales modificaciones en la composición de la Corte Suprema y luego extendieron el rechazo al resto de la reforma, luego de que el Presidente la anunciara en la Casa Rosada sin la presencia de representantes del PRO, la UCR y la Coalición Cívica.
En este caso decidieron argumentar el rechazo en el escenario de pandemia y crisis económica, y en adjudicar la iniciativa a la intención de aliviar el panorama judicial de Cristina Kirchner y otros ex funcionarios. Además de Macri participaron del encuentro virtual Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni por el PRO, los radicales Alfredo Cornejo, Mario Negri, Luis Naidenoff y Martín Lousteau, Maximiliano Ferraro y Juan López por la Coalición Cívica y el peronista Miguel Pichetto.
Una vez que hubo acuerdo en oponerse a la reforma y en los términos, Macri pidió “contundencia” en el mensaje para llegar con claridad especialmente al electorado que avaló a Juntos por el Cambio en octubre, además de la “importancia” de sostener la unidad de la coalición opositora. “No es un tema prioritario en este contexto social, económico, institucional y de seguridad. Está claro que persigue un objetivo de impunidad y avance sobre la Justicia”, aseguró Ferraro durante la reunión.
“La llamada ‘reforma judicial’ que impulsa el gobierno kirchnerista implica la creación de una desmesurada e injustificada cantidad de cargos, cuyo costo fiscal estimamos en unos $ 4000 millones anuales”, sostuvieron en un comunicado titulado “Una reedición de la propuesta de los 90”. “En un contexto en el cual la economía se derrumba en una escala sin precedentes, crecen el desempleo, la desigualdad y la pobreza, los esfuerzos de los tres poderes del Estado y de las fuerzas políticas deben estar puestos en trabajar en una mejora sustancial del Estado, para hacerlo más productivo y en la eliminación de los privilegios”, agregaron.
“Semejante desconexión respecto de lo que deberían ser las prioridades del gobierno en el actual escenario, no tiene otra explicación que la puesta en marcha de un plan de impunidad para las causas de corrupción que afectan a integrantes del oficialismo”, plantearon, y lo compararon con la impulsada por Carlos Menem: “Se trata de una reedición agravada de las reformas de la década de los noventa, cuando se amplió la Corte Suprema de cinco a nueve miembros para crear la ‘mayoría automática’; apareció el per saltum para facilitar privatizaciones irregulares; se duplicaron los cargos del fuero en lo criminal federal de la Capital para designar jueces propios, y se integró la Cámara de Casación con magistrados sin la capacitación y la decencia que demanda el cargo”. Sobre el final volvieron con el eje de la presunta búsqueda de impunidad: “No podemos desconocer que la reforma se impulsa en un contexto donde funcionarios del Gobierno promovieron la libertad de presos comunes y corruptos confesos”.
De ese modo, al menos en esta instancia, la mesa se enfocó en el escenario y evitó entrar en la consideración de algunos aspectos puntuales del proyecto. Rodríguez Larreta ya había confirmado su apoyo al traspaso de la Justicia ordinaria a la Ciudad, una posición compartida por el resto, aunque los argumentos esgrimidos apuntaron a un pronunciamiento en contra de manera general.
La ratificación del posicionamiento agregará más tensión al escenario ya crispado entre el oficialismo y la oposición. “La postura de Cambiemos habla del desprecio por la democracia que tienen. Es un insulto a la sociedad, no leyeron el proyecto directamente”, había dicho Juan Martín Mena, viceministro de Justicia, a FM Futurock.
En principio, los senadores de Juntos por el Cambio darán el debate en el inicio del tratamiento en el Senado, aunque este lunes habrá más conversaciones para terminar de definir la estrategia. Distinto se perfila el panorama en Diputados, con el vencimiento esta semana del acuerdo para sesionar de manera virtual y la advertencia por parte de la coalición opositora de que no daría el aval para habilitar de ese modo la discusión por la reforma judicial.