La mamá de la víctima encontró los videos mientras buscaba fotos familiares en la computadora. En el juicio, el hombre dijo que él y la niña a la que sometió durante siete años, tenían un “noviazgo”.
Un hombre de 41 años que violó durante siete años a su hija fue condenado a 17 años de prisión, luego de ser sometido a juicio oral en la ciudad de Oberá, Misiones. Ante los jueces, intentó eludir su responsabilidad. “Teníamos una relación de noviazgo”, afirmó Pedro Fernández, un pastor evangélico muy conocido por conducir un programa radial religioso.
El caso salió a la luz en enero de 2011 cuando la esposa del imputado comenzó a revisar una computadora en busca de fotografías familiares. Allí encontró una carpeta con su nombre y el número 22. Al abrirla, se topó con un video donde se observaba a su pareja montando la cámara y luego violando a su hija en el lecho matrimonial.
La mujer llamó a la joven (en ese momento tenía 20 años) y ésta se quebró. “Desde que tengo 13 años me hace eso. Yo te quería contar, pero me daba vergüenza y él me amenazaba para que me quedara callada”, le dijo en esa ocasión. Ese mismo día, ambas se dirigieron a la Comisaría de la Mujer y radicaron la denuncia.
Fernández fue detenido y procesado. Un año y medio después, ya sentado en el banquillo de los acusados, intentó justificar su comportamiento diciendo: “nosotros nos amábamos, teníamos una relación de noviazgo. Ella estaba enamorada de mí”. Al momento de revivir el infierno que vivió a manos de su propio padre, la víctima pidió a los jueces que retiraran a Fernández de la sala. Sentada junto a su madre, dijo que fue violada por primera vez el 24 de diciembre de 2004 pero que meses antes había comenzado a ser manoseada. Tenía 13 años. También contó que habitualmente los abusos eran cometidos cuando salía de ducharse, durante la ausencia de la madre; y que si intentaba resistirse, recibía una paliza.
En su alegato, la fiscal Estela Salguero de Alarcón dijo que por primera vez en su carrera veía un caso de abuso sexual intrafamiliar filmado. “Es el acto más bajo que puede cometer una persona”, dijo, y agregó que hasta el día de hoy la víctima sufre las secuelas porque “tiene miedo de iniciar una relación amorosa”. La fiscal pidió que Fernández fuera condenado a 17 años de prisión.
Por su parte, el defensor Javier Noguera intentó encuadrar el caso como un incesto y pidió la absolución del pastor por el beneficio de la duda. Los jueces Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero, finalmente hallaron culpable a Fernández del delito de “abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por el vínculo en concurso real”.