Disparó al agente canino cuando huía a pie después de haber atracado una gasolinera y de haber secuestrado a dos mujeres a punta de pistola.
Jhamal Paskel tenía 17 años cuando, en septiembre de 2018, atracó una gasolinera a punta de pistola y secuestró a dos mujeres en su huida. La policía pudo seguir su rastro gracias al sistema de GPS del coche. Cuando Jhamal se dio cuenta de que tenía a los agentes pegados a su coche trató de escapar a pie y ahí entró en escena Fang, un perro policía con varios años de experiencia.
El delincuente no se lo pensó dos veces y, cuando tuvo al perro encima, le disparó para continuar su huida. No llegó muy lejos, ya que fue detenido poco después, pero aquellos disparos acabaron con la vida de Fang. Ahora, dos años después, este joven que ya cuenta con 19 años se ha enfrentado a todos los delitos que acumuló en aquel fatídico día.
El juez Gilbert Feltel Jr. le ha condenado a 25 años de prisión por todos aquellos actos. Es el término medio entre los 35 que solicitaba la Fiscalía y los 15 pedidos por la defensa. Durante el juicio, Paskel quiso señalar que tenía solo 17 años en el momento del suceso y pidió disculpas a los implicados, al mismo tiempo que aseguraba estar “dispuesto a asumir la responsabilidad de los errores que cometí cuando era niño”.
Cinco años por la muerte de Fang
El fallo que recoge LadBible sentencia a Jhamal Paskel a 5 años por la muerte de Fang y a otros 20 por el resto de delitos que cometió durante el atraco y el secuestro de 2018. Durante el juicio, el joven pidió perdón al instructor y compañero del perro policía, algo que repitió también después de escuchar la sentencia del juez.
El agente de policía Matt Herrera, que era el cuidador y el compañero de Fang, habló durante la audiencia para explicar que soltó al agente canino para evitar que Paskel escapara, pero le escuchó gritar después de que sonara el primer disparo: el perro tenía heridas en la cabeza y el lomo y murió poco después.
Herrera señaló que Fang “todavía es un miembro de mi familia y no fue solo triste para mí o para el departamento de policía, sino para todos los que compartimos tiempo con él”. Paskel, por su parte, pidió disculpas al agente Herrera no solo por el asesinato de su compañero, sino también porque Fang era su mejor amigo: “También quiero disculparme con las víctimas por asustarlas esa noche. Y le debo a mi madre la mayor disculpa por decepcionarla”.