Mohamed el-Gheity violó el decreto que prohíbe la aparición de homosexuales en espacios televisivos.
Dos de los grupos sociales que más están sufriendo la represión del feroz régimen del mariscal Abdelfatá al Sisi son los periodistas rebeldes y la comunidad gay. En el caso de Mohamed el-Gheity ambas obsesiones van de la mano. El pasado domingo, este presentador de televisión fue condenado por un tribunal de El Cairo a un año de cárcel, a otro de libertad condicional y al pago de 3.000 libras egipcias (unos 150 euros) por haber entrevistado a un hombre homosexual en un programa emitido en el verano de 2017.
Los cargos que se le imputaban eran los de “promocionar el libertinaje” e “insultar a la religión”. En caso de recurrir la sentencia, y de desembolsar 1.000 libras (unos 50 euros), El-Gheity se libraría, de momento, de ingresar en prisión. La querella contra el periodista fue presentada por el polémico abogado ultraconservador Samir Sabry, que también presentó recientemente una denuncia contra la actriz Rania Youssef por enfundarse un vestido demasiado sugerente en la gala de entrega de los premios del Festival Internacional de Cine de El Cairo.
Inmediatamente después de la emisión, el canal de televisión por satélite en el que trabajaba El-Gheity, LTC, fue sancionado con un corte de sus emisiones durante dos semanas por haber violado un decreto del Consejo Superior de Regulación de los Medios que prohíbe la aparición en las ondas de personas gais. Curiosamente, el propio El-Gheity en sus programas ha expresado que no aprueba las conductas homosexuales. En el espacio televisivo, apareció un joven con el rostro difuminado que explicó su experiencia ejerciendo la prostitución con clientes masculinos. Según el juez, el programa “promocionó el libertinaje” al haber dado a entender que era posible obtener beneficios económicos manteniendo relaciones homosexuales.
Curiosamente, el Código Penal de Egipto no tipifica como delito la homosexualidad. Sin embargo, los tribunales del país suelen utilizar los cargos de “prostitución” o ”promoción del vicio” para imponer duras condenas de cárcel a los gais. Esta tendencia se ha multiplicado, sobre todo después del golpe de Estado de 2013 en el que el mariscal al Sisi derroco al movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes.
Precisamente, en el mismo periodo en el que se emitió el programa, en septiembre del 2017, las autoridades lanzaron una campaña de arrestos de unas 70 personas en represalia por el hecho de que en un concierto de la banda libanesa Mashroua Leila hubieran aparecido algunas banderas con los colores del arcoíris, icono típico de los movimientos en defensa de los derechos de los homosexuales.