Sucedió en 2008, cuando el profesor que estaba a cargo de la excursión, según el juez actuó de manera negligente y se lo consideró responsable de la muerte de Martín Filipic después de que se resbalara y cayera en una pendiente de siete metros. La condena fue de 3 años de prisión condicional. En Río Negro, un juez condenó a un docente de un colegio secundario de Capital Federal a una pena de tres años de prisión, de carácter condicional por considerar que el profesor, que estaba a cargo de un grupo de estudiantes que realizaba un viaje de fin de curso, es el responsable de la muerte de Martín Filipic, un joven de 18 años que se accidentó durante una excursión en el refugio de montaña de Bariloche, en octubre de 2008.
El juez correccional de San Carlos de Barilocche, Gregor Joss, le atribuyó en su fallo al profesor Jorge Albert Álvarez “una conducta antirreglamentaria, imprudente y negligente” que causó la muerte del joven. En consecuencia, lo declaró culpable del delito de “homicidio culposo”, y lo condenó a tres años de cárcel de ejecución condicional y a siete años de inhabilitación especial para ser guía de excursiones de trekking y montaña.
Álvarez era el profesor responsable de un grupo de 14 chicos del Colegio Nuestra Señora de los Remedios, de Capital Federal y que a fines de octubre de 2008 se hallaban en Bariloche realizando su viaje de fin de curso.
El 30 de octubre, después del mediodía, el docente y los alumnos salieron a una caminata hacia el refugio Laguna Negra, ubicado en el Cerro Goye a 1.600 metros de altura. Según indica la causa, cuando faltaban uno 200 metros para llegar al refugio, Martín Filipic “se resbaló y perdió estabilidad”.
El adolescente comenzó a caer desde siete metros, golpeó su cabeza contra una roca y se deslizó por una pendiente de unos sesenta metros. Estuvo varias horas tendido en el lugar hasta que en la madrugada del 31 de octubre, un equipo de rescate llegó al lugar y lo llevó en helicóptero hasta el hospital de Bariloche. Fillipic falleció dos días después en ese centro de salud.
Después de analizar los hechos y testimonios, el juez consideró que el profesor actuó de forma “imprudente y negligente” porque “desoyó y restó importancia a las advertencias que le fueron comunicadas por personal del Club Andino Bariloche” para que no llevara adelante la excursión por las “condiciones de extremas peligrosidad que (el día del accidente) registraba el sendero al refugio”.
“Se le advirtió sobre la peligrosidad de la travesía debido a la existencia de hielo y nieve en parte del trayecto y especialmente en el sector conocido como “El Caracol”. Además se le hizo saber que el refugio al cual se dirigían se encontraba cerrado lo cual tornaba riesgosa e inconveniente la excursión impulsada”, señala el magistrado que destaca que, pese a ello, el docente “igual decidió llevar adelante y conducir la expedición en cuestión, sin dar a conocer a sus alumnos las advertencias que le fueran comunicadas previamente”.
El juez argumentó también que el profesor no evaluó en ningún momento que los estudiantes no tenían la vestimenta, calzado y equipamiento adecuados para afrontar esta excursión, aunque destacó que Álvarez no tenía el permiso obligatorio de trekking que debe gestionarse ante las autoridades de Parques Nacionales para realizar la caminata.