El neurólogo contó a través de la 99.9 que Argentina todavía no está exenta de la posibilidad de un brote de variante Delta teniendo en cuenta lo que ha pasado en otros países. Además, instó al gobierno a que se sostengan algunas medidas de prevención.
La baja pronunciada en casos de COVID-19 en Argentina sumado a una variante Delta que no tuvo impacto, generan algunos interrogantes desde el punto de vista sanitario.
El Dr. Conrado Estol brindó su conocimiento a través de la 99.9 tratando de alertar sobre algunos hechos puntuales que parecen alejarnos cada vez más de la situación pandémica, cuando hay cierto riesgo latente: “se está apagando el brote de Manaos que debería haber sucedido hace dos meses. Si se hubiera vacunado a niveles de países como Chile o Uruguay; habríamos cortado la pandemia hace mucho tiempo y evitado muchas muertes y consecuencias de enfermedad crónica. Hay que celebrar que no haya casos, pero no hay que dejar de pensar que debería haber ocurrido antes de hacer las cosas como se debían”.
Con ese pedido de memoria latente del neurólogo, también fue al aspecto político presente en estas horas con los anuncios cotidianos: “a pesar de que las medidas se relajen y se hacen anuncios que no tienen nada que ver con la evidencia científica; hay posibilidad de que Delta se haga un brote, porque se ha diseminado pero no tenemos secuencia genómica y no sabemos cuanto se diseminó. Si se comporta como en el resto del planeta, tendría que haber un brote y deberíamos estar preparados”, advirtió.
A pesar de que se anunciaron algunos casos hace unos meses atrás, nunca llego el impacto que se esperaba y Estol brindó una explicación basado en la experiencia de Estados Unidos: “la evolución de una variante lleva un tiempo. En ninguno de los países donde sucedió, descubrieron Delta y en semanas tenían el brote. En Estados Unidos se detectó en marzo y en junio no se tenía noción que pudiera haber un brote. El 4 de julio se celebró la Independencia del Virus y recién en la tercera semana de Julio empezaron a aumentar los casos detectados, aunque los casos ya habían aumentado”.
Teniendo en cuenta estas posibilidades, es que sugirió que no se entre en un estado de relajamiento por parte del estado, ya que debería estar preparado para este tipo de situaciones: “si no secuenciamos a los infectados diarios, uno no conoce la progresión de la variante Delta en nuestro medio. Aunque no se llegue a dar el brote, uno tendría que tener medidas de precaución como mantener un testeo alto, aumentar el uso de barbijo y acelerar la vacunación en vez de enlentecerla como ha sucedido luego de las elecciones”.