La “retención de tareas” —un brutal paro, pero en donde la avivada consiste en fichar y no realizar el trabajo— que llevan adelante los municipales tiene a la ciudad en vilo. El cementerio, los centros de salud, el estacionamiento medido, los controles de alcoholemia y la falta de atención en la salitas son las consecuencias más relevantes de la medida. Ahora se suma otra: ante la falta de controles, llegaron los manteros. El SIVARA advierte sobre esta situación mediante el siguiente comunicado.
El Sindicato de Vendedores Ambulantes de Mar del Plata y Zona Atlántica (SIVARA) y la Mutual 18 de Enero de Vendedores Ambulantes y Afines se desprenden de las responsabilidades por los manteros que se instalan en la peatonal San Martín como así también en los espacios públicos.
“El sindicato Sivara como la Mutual 18 de Enero de Vendedores Ambulantes y Afines quieren dejar en claro que no tienen ningún tipo de relación con las personas que se instalan ilegalmente cada temporada en las calles de la ciudad, sobre todo la peatonal San Martín y zonas aledañas. Desde SIVARA asumimos un compromiso en 2009 con el municipio y lo seguimos manteniendo con las actuales autoridades. Nuestros afiliados tienen bien en claro el respeto por las ordenanzas municipales y trabajan dentro de la feria que la Mutual 18 de Enero administra en la costa de la ciudad. Las más de 100 familias de trabajadores ambulantes históricos que conviven en ese sector de Mar del Plata trabajan día a día respetando los espacios públicos como corresponde. También es importante aclarar que ni el gremio ni la mutual tienen injerencia sobre la venta que se produce en los Balnearios de Punta Mogotes”.
El comunicado enviado por SIVARA y la Mutual 18 de Enero de Vendedores Ambulantes y Afines se produce como consecuencia del incesante arribo de manteros que copan como cada verano los espacios públicos de Mar del Plata en la temporada estival, perjudicando no sólo a los comerciantes locales, sino también a la propia feria de vendedores que se ve invadida en sus alrededores por una cantidad incalculable de vendedores ambulantes procedentes de la ciudad de Buenos Aires y distintas zonas del país.
Mientras Gilardi y sus representados toman mate y usan el celular en las dependencias municipales, la situación en las calles de Mar del Plata se descontrola cada vez más. Ahora, llegaron los manteros.