Park, de 69 años, que ha estado cumpliendo una condena de prisión de 22 años al ser acusada de “corrupción de gran alcance y tráfico de influencias”.
El Gobierno de Corea del Sur ha anunciado que concederá una amnistía de Año Nuevo a la expresidenta surcoreana Park Geun Hye, que fue condenada en 2018 por 16 cargos de corrupción derivados del escándalo provocado por la influencia en su Ejecutivo de su amiga y confidente Choi Son Sil.
Park, de 69 años, que ha estado cumpliendo una condena de prisión de 22 años al ser acusada de “corrupción de gran alcance y tráfico de influencias”, ha sido incluida en una lista de 3.094 personas que se van a beneficiar de un indulto y saldrá de la cárcel antes de Año Nuevo, según ha informado la agencia de noticias Yonhap.
La expresidenta surcoreana, con graves problemas de salud, ha sido hospitalizada tres veces debido a dolores crónicos en el hombro y en la espalda que, posteriormente, le produjeron una cirugía en 2019, cuando acudió a un centro médico en el sur de Seúl, la capital.
Park fue declarada culpable en abril de 2018 de 16 de los 18 cargos de corrupción que se le imputaban y se le impuso una multa de 18.000 millones de won (13,3 millones de euros) por todos los abusos en los que incurrió durante su mandato. En marzo de 2017 fue destituida por el escándalo que provocaron estos casos de corrupción.
Entre otros cargos, fue declarada culpable de abuso de poder por obligar a varias empresas privadas a destinar dinero a fundaciones controladas por su confidente, Choi Son Sil. También fue condenada por presionar a la automovilística Hyundai para que firmara un acuerdo con una compañía controlada por una amiga de Choi.
La expresidenta fue igualmente declarada culpable de presionar al grupo empresarial Lotte para que donara 7.000 millones de won (cerca de 5.210 millones de euros) a una fundación gestionada por Choi y por obligar a la empresa KT a contratar a una amiga de su confidente y a firmar un contrato con una empresa de publicidad controlada por amigos de Choi.
El tribunal consideró probado en su momento que Park cometió abuso de poder al obligar a Samsung a donar 1.600 millones de won (cerca de 1.190 millones de euros) a una fundación dirigida por su confidente y, por ello, fue sentenciada por filtrarle 47 documentos presidenciales. También obligó a la compañía tecnológica a regalarle caballos y coches a la hija de Choi.