El titular de Posada del Inti Fabián Messina detalló la crítica situación que está atravesando la entidad con respecto a las prestaciones que la Sedronar ha pagado en función de los usuarios que deriva a la institución y que han corrido detrás de la inflación. En el último año se aumentó un 60% a las prestaciones y la inflación fue del 211%, pero el anterior fue del 70% y la inflación de casi 100 y así desde hace ocho años, que vienen con misma situación.
Con respecto a los pagos a profesionales dijo que al Colegio de Psicólogos se está abonando dos mil pesos la hora al profesional, y así con psiquiatras, médicos y otras cuestiones con lo cual, con esos valores, se ha generado una importante rotación y renuncias de profesionales en el último semestre, de alrededor de 30 personas. Con esos valores es muy difícil reponer el equipo, aseveró.
El Sedronar les paga 153 mil pesos mensuales y con ello la institución debe hacerse cargo de la medicación de los pacientes que, son consumidores de cocaína, con trastornos asociados, es decir que tienen una problemática psiquiátrica y hay algunos que toman 3 o 4 medicamentos cuyo valor es de entre 20 o 30 mil pesos, con lo cual del valor de la beca se destinan casi 70 mil pesos para la medicación.
Por otra parte, Messina dijo que, “desde lo fundacional, Posada siempre quiso tener un abanico de alternativas y estar dentro del marco de la ley, por eso trabajamos con la Provincia, y se trabajó muy bien en este sentido, en este último tiempo se pudo hacer una adecuación para estar habilitados dentro del marco de la Ley de Salud Mental. Nos costó un esfuerzo, un trabajo importante, pero nosotros siempre quisimos tener la posibilidad de trabajar para aquel que no tiene recursos, tener convenios con el organismo de Niñez y con la Sedronar. También nos da la posibilidad de trabajar con obras sociales y prepaga y de manera particular. Eso es lo que de alguna manera facilita tener las cosas en orden en términos de habilitación ministeriales y Superintendencia de Salud. Nosotros logramos eso durante los 22 años de trabajo, sostenerlo, porque entendemos que no todo el mundo puede tiene una obra social, una prepaga o hacerse cargo de un tratamiento que es costoso porque sale alrededor de 400 mil pesos. Por eso nosotros siempre trabajamos con el Estado para dar cobertura a todos aquellos que nos convocan. Pero bueno, este sistema se quiebra y ahí es donde aparece esta dificultad”, detalló.