El referente de Republicanos, se refirió en la 99.9 a las últimas tomas de colegios e incluso los avances mapuchistas en el sur indicando que se reclaman derechos que no existen.
Las recientes tomas de alumnos en los colegios de Buenos Aires y lo que sucede con las tomas de tierras que llevan adelante autoproclamados mapuchistas en el sur de nuestro país, hace replantear el verdadero significado de lo que significan los derechos.
El referente de Republicanos, Darío Lopérfido, habló desde España en la 99.9 sobre este tipo de situaciones que vive nuestro país: “en Argentina siempre hubo cuestiones de lo que llamo derechos inventados pero con el kirchnerismo se agudizaron. Me parece destacable, en el caso de las tomas de los colegios por ejemplo, que siempre que se plantea algo así, se plantea un derecho, se hacen las cosas por un derecho a algo y ahí no existe derecho alguno. El que lo hace debe atenerse a las consecuencias de eso. Paradójicamente nadie repara en el derecho que está siendo conculcado”.
Lo mismo sucede en cada jornada en Buenos Aires, por ejemplo con los cortes de calle constantes que son claramente inconstitucionales: “es una deformación de la concepción de la utilización de un término que recrea historias. En función de tanto aburrir con los derechos, se termina entendiendo cosas que lo que hacen es servir a un fin determinado, pero no tiene que ver con la historia real. Nadie tiene derecho a cortar una calle, se violan hasta derechos constitucionales y se está conculcando el derecho de quien quiere circular”.
También Lopérfido señaló el ejemplo de los mapuchistas en el sur y las usurpaciones violentas que se dan, en torno a un supuesto derecho: “si usamos el ejemplo de los falsos mapuches que se escudan entre negocios inmobiliarios y accionar terrorista, hay gente diciendo que hay derechos de pueblos originarios. Mi familia es de La Puglia y podría ir mañana y tomar un pueblo ahí porque soy originario. Me dirían que soy un lunático, no existe la concepción del derecho originario”.
Como siempre, detrás de cada una de estas situaciones, hay un interés puntual desde la política que los apalanca y los termina impulsando: “siempre se mezclan los delirantes de la política con sectores muy interesados en acumular poder o negocios con estos reclamos. Entonces le dan entidad”.