El presidente de la Sociedad de Fomento del Barrio Hipódromo habló en la 99.9 sobre un reciente hecho donde le rompieron 72 vidrios en la sede: “hubo mucho destrozo”.
La inseguridad golpea a diario a todos los barrios de Mar del Plata, pero en algunos lugares, ese impacto es mucho más intenso y con situaciones muy particulares. En la Sociedad de Fomento del Barrio Hipódromo, rompieron más de 72 vidrios durante la noche y el presidente de la entidad contó los detalles a través de la 99.9.
“No es un ataque común. Lo del lunes tuvo mucho destrozo, rompieron más de 72 vidrios. Es un acto vandálico que debe haber durado muchas horas. Es un grupo de chicos todos muy buenos según sus papás y mamás. Tenemos un problema de inseguridad terrible, nos convertimos en el patio trasero de Rosario”, expresó.
No es algo nuevo tampoco para el vecinalista que no tiene respuesta por parte de la autoridades municipales: “vengo pidiendo cámaras y seguridad al intendente desde el momento que anunció en Seguridad a Oroquieta. Nos dijeron que vendrían, pondrían cámaras, pero nunca aparecieron. No es sólo el tema inseguridad, sino que también tenemos usurpaciones en la zona y por la noche tenemos que salir corriendo porque usurpan una casa o un terreno”.
Lo que tiene claro D´Acunto es que no son sólo ellos lo que padecen la inseguridad, sino que también se extiende con distintos hechos a todo el partido de General Pueyrredón: “no sé si es una cultura ideológica o cuál es el drama. No es sólo nuestra Sociedad de Fomento, sino que es en toda Mar del Plata. Hemos tenido muchos hechos de vandalismo. Hace unos meses nos robaron la batería del tractor, se llevaron los cables y nos costó casi dos meses volver a ponerlo en funcionamiento para cortar el pasto en el barrio. Quiero hacer un llamado a la reflexión para que cuidemos las instituciones, los jardines y las escuelas porque no hay fondos para reparar el daño”.
Para la Sociedad de Fomento del Barrio Hipódromo no es fácil reponer lo que se roban y saben que les costará muchísimo recuperarlo: “no sólo nos rompieron vidrios y puertas, sino que se llevaron una heladera gigante que nos habían donado hace muchos años. En los últimos 5 años se llevaron 16 garrafas, no tenemos nada para hacer frente al día a día”.