Horacio Calderón, analista y experto en temas de Medio Oriente, habló esta mañana con la 99.9 y explicó los recientes acontecimientos sucedidos en Kenia. “En estos sitios, donde realmente la situación es neurálgica, debería haberse tomado en cuenta que este shopping podía ser atacado, debido al precedente que había en la información”, declaró.
Para los especialistas, Al Shabab, que significa “juventud” en árabe, es un grupo bastante conocido. Se formó luego de un desprendimiento de la unión de Cortes islámicas que controlaban la capital de Somalia, Mogadiscio, en el año 2006. Tiene entre siete mil y diez mil combatientes y está en condiciones de poner en campo uno o dos pelotones de soldados. “En estos sitios, donde realmente la situación es neurálgica, debería haberse tomado en cuenta que este shopping podía ser atacado, debido al precedente que había en la información”, declaró Calderón. Y agregó: “inclusive, no sé si el Mossad u otro servicio de inteligencia también se había sumado a esta advertencia, porque ya tenían idea de que podía ser producto de un ataque terrorista”.
El analista precisó, además, que es muy curioso que no se haya aclarado demasiado que este shopping tenía un perímetro de protección y que Al Shabab pudo ingresar tal vez con dinero mediante. También destacó que muy probablemente haya tenido locales alquilados dentro del centro comercial para almacenar armas y explosivos. Por eso, el gobierno de Kenia oculta algunas cuestiones relacionadas con el caso y asegura que se trata de un secreto de Estado. Refiriéndose al hecho de que el gobierno keniano no haya dicho cuántos terroristas y rehenes muertos hubo, Calderón señaló: “a los cautivos los obligaban a recitar la shahada, que es una de las oraciones principales de los musulmanes, es la primera, y al que no sabía eso lo mataban en el momento. O sea, hicieron una separación de los cautivos antes de asesinarlos, haciéndoles rezar la oración de fe”.
Luego de hacer historia sobre el grupo terrorista, el analista comentó: “pienso que ellos decidieron atacar el famoso shopping, algo que se sabía ya desde hace un año, para demostrar credibilidad dentro de su propia organización y presentarse como una amenaza hacia afuera”. En Argentina, estos grupos islamitas no están tan arraigados como en Europa. Para ilustrar los ideales de Al Shabab, Calderón explicó: “hay que ver lo que es el sueño de un califato. En un califato musulmán, para que entienda el lector, el califa es el sucesor de Mahoma. Hay varios proyectos de califato. Está, por un lado, la rama sunita, que es la que lo promueve y lo encabeza; y por otro lado, la chiíta, que es una gran minoría en Europa. Pero el proyecto de califato que tiene Al Qaeda es un califato que llevaría a la esclavitud no solamente a cristianos y a judíos en Europa sino también a musulmanes moderados, piadosos inclusive, gente que va a la mezquita pero que no quiere un Estado autocrático ni siquiera en sus países de origen”.