En la gran isla de Kyushu, en el suroeste, las autoridades temen que el balance de muertos se dispare e intensifican las operaciones de socorro en busca de los desaparecidos. Desde el fin de semana, las lluvias torrenciales han provocado inundaciones y corrimientos de tierra.
De momento oficialmente hay 44 muertos, pero esta cifra aún es muy provisional. El peor balance se lo ha llevado una residencia para gente mayor en la que 14 ancianos en silla de ruedas se ahogaron al no poder refugiarse en pisos superiores, según informa la agencia francesa de noticias AFP.
Cerca de medio millón de personas de la isla, la más al sur de las principales del país nipón, recibieron la orden de evacuar sus casas. El agua se ha llevado por delante carreteras y puentes y ha dejado a varias localidades aisladas. En una de las zonas mas afectadas y según imágenes tomadas por helicópteros, hay habitantes que han escrito en el suelo arroz, agua y SOS.
40.000 personas se han movilizado entre policías, bomberos, guardacostas y miembros de las Fuerzas de autodefensa. 800 personas han sido socorridas, según el gobierno. 10.000 hogares siguen sin electricidad y 2.400 sin agua.
Las tormentas se desplazan ahora del oeste hacia el este del pais y según el primer ministro, Shinzo Abe, podría afectar a una región aun mas grande. A parte de las tormentas, las operaciones de socorro son muy complicadas por los riesgos de contagio de coronavirus.