Teena Henson pesaba 150 kilos en 2011. Logró reducir su cuerpo a la mitad sin seguir ningún régimen. ¿Cómo lo hizo? Su secreto para poder vivir mejor y más feliz. Enterate de qué se trata.
Tenna Henson estaba obsesionada con encontrar un gimnasio, una rutina de ejercicios y una dieta que fuera adecuada para ella. Intentó de todo, pero siempre había algo que la hacía perder el rumbo, ya fuera el aburrimiento, el poco tiempo que le dejaba su rutina diaria para ejercitarse o la falta de motivación. Pero todo cambió tras una nota en el diario local que anunciaba que una cadena de gimnasios, que abría las 24 horas, estaba llegando a su ciudad natal de Gilmer, Texas, en Estados Unidos. “¡Esta es mi oportunidad!”, se dijo a sí misma, y ahí empezó el recorrido. Determinada a dirigirse en el camino correcto, se inscribió en el gimnasio mientras todavía estaba en construcción.
Una vida repleta de excesos
Era marzo de 2011 y acababa de cumplir 50 años. Su peso era de 150.5 kilos, con una estatura de 1,60 metros. Toda su familia se preocupaba por su sobrepeso y por su mala salud. Sobre todo su madre, a quien era muy apegada. “Creo que mientras más engordaba, más preocupada estaba mi mamá porque sabía que no estaría allí para cuidarme”, dice Henson en una entrevista a CNN. “Ella era la primera en apoyarme en mi plan para ejercitarme y perder peso”. Y fue gracias a esa fuerza que lo logró.
Teena solía hacer dietas para “dejar felices” a todos, pero no duraban mucho. Las probó todas, cada una con una serie infinita de reglas, desde solo comer naranjas, hasta las que permiten todo tipo de carbohidratos, pero nunca logró bajar más que un par de kilos. Hasta que se dio cuenta que los “regimenes” no eran para ella. “Para mí, la ‘dieta’ es una palabra de cinco letras que significa fracaso”, expresó.
La decisión más importante
Lo que buscaba era un cambio de estilo de vida. Y no porque sus amigos y familiares lo quisieran, sino porque ella lo quería. Gracias al nuevo gimnasio abierto las 24 horas del día, ya no tenía excusas para no intentar ejercitarse. Y poco a poco consiguió ir al lugar todos los días y trabajar duro por 30 minutos o una hora.
Pero con lo que luchó más fuerte fue con cambiar sus hábitos de alimentación. Empezó por eliminar las gaseosas y solo con ese paso pudo bajar 8 kilos en el primer mes. Después comenzó a hacer elecciones de comida más saludables y así, para diciembre de 2011 había logrado bajar 29 kilos.
Durante todo el proceso, su madre fue una de las que más la apoyó, solo quería que su hija se sintiera lo más saludable posible. Un año después de empezar este cambio de vida, ella se enfermó gravemente y falleció. Pero Teena no perdió el rumbo y usó esa pérdida como un nuevo estímulo para seguir adelante.
¿Cómo logró reducir su peso a la mitad?
En 2013 se animó a incluir en su alimentación productos como la quinoa, el pan integral y los vegetales frescos. El secreto de su dieta es cocinar en grandes cantidades los fines de semana, congelar los alimentos en contenedores individuales para saber exactamente cuántas calorías come. Intenta ingerir 1.200 calorías al día. En menos de tres años perdió 75,2 kilos, la mitad del peso corporal que tenía cuando comenzó este proceso. Perder peso la ayudó a encontrar una fuerza interior.
“El más pequeño de los cambios que uno puede hacer en su estilo de vida actual puede generar enormes transformaciones, no solo en la parte física, sino sobre todo en la mente”, resumió Teena en su entrevista.
Hoy se la ve feliz y repleta de salud. Tanto que se anima a cumplir uno de sus máximos deseos, el de participar en competencias de caminatas. Desde que comenzó a ejercitarse hace tres años, participó en cinco carreras y recientemente terminó una en 46 minutos, su mejor marca personal. Un gran paso para un futuro mejor.