Utilizando células madre pluripotentes inducidas, un equipo de científicos japoneses de la Universidad de Yokohama logró desarrollar un hígado funcional para seres humanos.
Una vez probada clínicamente, esta investigación, que hasta el momento fue realizada con ratones, podría ser de gran importancia para resolver la escasez de donantes.
Todavía queda por comprobar si estas técnicas podrían funcionar en pacientes humanos, algo que podría tardar alrededor de siete años en confirmarse. El trabajo aporta una gran demostración del “enorme potencial terapéutico de este tipo de trasplantes”, aseguró Takanori Takebe, que encabezó el estudio.
El equipo científico de Yokohama se centró en las fases más tempranas de la creación de un órgano, a diferencia de otras investigaciones, porque fueron capaces de generar por primera vez un hígado a partir de las llamadas células madre pluripotentes (iPS), capaces de convertirse en cualquier tipo de tejido, al igual que las células madre embrionarias.
“Mezclamos tres tipos de células, incluyendo las células iPS humanas derivadas del hígado, y dejamos que se cultivaran imitando el proceso de desarrollo de un órgano tridimensional normal: con una frecuencia, cantidad y calidad determinadas”, explicó Takanori.
Además de las células iPS, también combinaron células endoteliales derivadas del cordón umbilical y células madre mesenquimales derivadas de la médula ósea humana. Por eso lograron producir la temprana estructura de un hígado al recrear la interacción habitual que se da entre las células durante las primeras fases de gestación de un órgano.
“El impacto de nuestra investigación radica en que proponemos que la terapia de trasplante de órganos en estados de gestación, diferente al trasplante de células o al trasplante de órganos ya maduros, podría ayudar al tratamiento de algunas enfermedades”, declaró el científico japonés.
El próximo trabajo del equipo consiste en descubrir cómo crear una gran cantidad de estos brotes hepáticos para generar un hígado del tamaño de un adulto, uno de los órganos mayores del cuerpo. “Tendremos que producir una cantidad significativa de brotes de hígado a un coste razonable, incluyendo las evaluaciones de seguridad”, dijo Takanori.