“No avanza la investigación, y nos sentimos muy solos”

Mariela López es la mamá de Elizabeth Reyes, joven de 17 años que fue encontrada calcinada en el Barrio Autódromo el pasado mes de mayo. Esta mañana en la 99.9, habló sobre el estado del caso e indicó que aún no se han realizado las pericias mínimas para encontrar a un responsable. “La mujer que la encontró me dijo que estaba intacta cuando la encontró, llamó al 911 y le dijeron que no haga nada así no quedaba pegada. Se murió delante de ella”, destacó. 

Terreno descampado donde encontraron el cuerpo de Elizabeth Reyes en 224 y Hernandarias. (Foto: InfoGEI)

Terreno descampado donde encontraron el cuerpo de Elizabeth Reyes en 224 y Hernandarias. (Foto: InfoGEI)

La historia es realmente aberrante, pero guarda muchas similitudes con el caso de Ángeles Rawson, aunque no tuvo el mismo nivel de repercusión mediática.
Elizabeth Reyes, de 17 años, fue encontrada calcinada en un terreno baldío del Barrio Autódromo, muy cerca de su casa. Esto sucedió el pasado mes de mayo y hoy, casi dos meses después, no hay ninguna novedad.
Esta mañana en la 99.9 habló la mamá de Elizabeth, Mariela López, quien destacó que “hasta ahora tenemos lo que he podido averiguar por el barrio, pero la justicia no se está moviendo. Queremos ver si se mueve algo, pero no pasa nada. Se preocuparon en identificar a mi hija y quedó así. Eso fue el 24 de mayo; después, nada más”.
Cualquier persona sabe que el correr de los días en este tipo de casos hace perder muchas pruebas que pueden ser fundamentales para resolver el caso e identificar quién o quiénes la mataron: “la única pericia que hicieron fue para ver si fue violada, pero no han encontrado semen. Falta hacer muchas otras pericias que indicarían otras cosas. El fiscal no se ha movida y la justicia tampoco. Me dijeron que ahora la causa quedó a cargo de Fernando Castro, porque a Pagella lo ascendieron. Ahora falta que lea el expediente y se entere de lo que pasó”, destacó Mariela. Mientras tanto, tendrán que seguir esperando para que el agente fiscal se ponga al día con el expediente: “ahora tenemos que esperar para hacer los pedidos que hace más de un mes que hemos presentado con nuestros abogados”.
Poco se conoce de la historia previa al momento del crimen. Por eso, la mamá detalló en la 99.9 que “Elizabeth trabajaba en una empresa de turismo en el centro. Hacía el horario de 16 a 21, pero a veces se hacía más tarde porque le daban charlas. Ese día tomó a las 12 de la noche el colectivo en la costa y tenía una hora de colectivo en llegar al Barrio Autódromo. Por lo que uno recolectó, ella venía caminando, cruzó una plaza oscurísima y empezaron a seguirla”. Luego abundó: “me enteré que estuvo pidiendo auxilio, pero nadie la socorrió. He escuchado que hubo denuncias de una chica pidiendo auxilio pero la policía no se hizo presente hasta las 5 y pico de la mañana”.
Después de los hechos que faltan dilucidar, lo único que se sabe es que alguien la encontró en ese terreno: “la encontraron en un descampado a 5 cuadras de casa, a través de una señora que junta cartones para vender. La encontraron cuatro menos cuarto de la mañana. Es justo una calle que corta el barrio y va hacia Juan B. Justo. Habrá 5 o 6 casas, pero es un terreno enorme sin luz. Es todo tierra de nadie”.
Después de haber masticado su dolor, Mariela decidió a hablar con quien había encontrado a su hija, y su hallazgo fue terrible: “me animé a ir a hablar con la mujer después de casi dos meses y, para remover mi dolor, me contó que la encontraron intacta pero inconsciente, que llamó a la policía pero le dijeron que no haga nada porque iba a quedar pegada. El colchón que tenía debajo comenzó a prenderse fuego y ella no pudo hacer nada, se murió delante de ella”.
La ineficiencia del sistema policial, una vez más, queda al descubierto: “es increíble que el 911 no te guíe, si la policía hubiera ido en ese momento, me salvaban a mi hija, le hubiese podido dar un beso y un abrazo para despedirme, como tendría que haber sido”.
La justicia no ha reaccionado y es incomprensible que nadie pueda brindar respuestas. Habrá que esperar que el fiscal Fernando Castro empiece a movilizar la investigación, pero mientras tanto la familia está luchando en soledad: “nos sentimos muy solos, sentimos que mi hija es el último orejón del tarro, un bichito más. Cuanto más tiempo pasa, hay menos posibilidad de atrapar a alguien. Lamentablemente no se preocupa la justicia, estarán saturados, pero es su trabajo”.