En la ciudad de Arapiraca, Brasil, los agentes policiales capturaron a un gato que estaba cargado con armas de fuga. El felino había sido criado por un grupo de presos, y sus familiares lo equiparon y lo dejaron cerca de la prisión para que entrara por cuenta propia.
Los agentes penitenciarios de la cárcel Desembargador Luiz de Oliveira Souza, en la ciudad brasileña de Arapiraca (Alagoas), encontraron un gato que transportaba, adheridos a su cuerpo, sierras usadas como arma blanca y un teléfono móvil. El animal se dirigía hacia la prisión.
Anderson Souza, director administrativo de la cárcel, explicó que el animal fue criado por un grupo de presos sin que los guardias se dieran cuenta y después lo entregaron durante la visita a familiares, quienes lo “equiparon” y dejaron cerca de la cárcel para que el gato ingrese por cuenta propia al interior del lugar. “Nos quedamos perplejos con la nueva táctica de los detenidos”, expresó Souza.
El felino, que ahora se encuentra en el Centro de Control de Zoonosis de Arapiraca, ciudad localizada en el noreste brasileño, llevaba adherido a su cuerpo cuatro pequeñas sierras, dos brocas de taladro, unos audífonos, un teléfono móvil con cuatro baterías, un cargador y una memoria USB.