Detractores y seguidores de Mursi salen a las calles

Se acerca el primer aniversario de la llegada al poder de Mohamed Mursi y partidarios y detractores del Presidente participaron ayer en las manifestaciones que se dieron en todo el país, donde las posturas entre unos y otros son cada vez más extremistas. En los últimos días de protestas han muerto cuatro personas debido a la violencia política, y muchos temen porque haya más muertos y heridos.

Manifestaciones en EgiptoDecenas de miles de islamistas volvieron a salir a las calles, en el barrio de Medinat Nasser, para defender la legitimidad del Presidente, el primer civil elegido en las urnas por los egipcios. Los seguidores de Mursi, pretenden mantener la protesta al menos hasta mañana, cuando la oposición ha convocado manifestaciones masivas contra el mandatario. Varias sedes de la cofradía islamista fueron ayer incendiadas en diferentes localidades del delta del Nilo, mientras que en Alejandría, las protestas en contra del Presidente acabaron en enfrentamientos violentos, con un saldo de más de un centenar de heridos y un muerto.
En la capital, los detractores de Mursi se congregaron ayer en la plaza Tahrir, y aseguraban que no se moverán hasta conseguir la dimisión del Presidente islamista o, al menos, concesiones sustanciales.
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Egipto, ya se han desplegado en algunos puntos estratégicos del país para prevenir que pudieran ser asaltados. Sin embargo, las pancartas a favor del Ejército en Tahrir hicieron que algunos manifestantes abandonaran la plaza.
Ambos frentes se acusan mutuamente de instigar la violencia e incluso pagar a matones para sembrar el caos en el país. Entre las filas de la oposición muchos están convencidos de que la auténtica “revolución” llega el domingo. En las bases islamistas, dicen que que los detractores de Mursi están compuestos únicamente por seguidores del régimen de Hosni Mubarak. El propio Presidente en su discurso del pasado miércoles, acusó a la herencia del pasado y a sus partidarios instaurados aún en muchas instituciones del Estado de boicotear su primer año de mandato.