La DDI local detuvo ayer a un gitano de apodo “Cacho” que integraba una banda de la misma colectividad que se dedicaba a asaltar y golpear brutalmente a los ancianos. Además, tenía pedido de captura por haberse fugado este año del Penal de Baradero. Fue en la zona de la Avenida Jara y Roca.
Las bandas que golpean y asaltan a los ancianos de Mar del Plata son una constante. En este caso, se dio a conocer una buena noticia referida a este flagelo y tiene que ver con la detención de un gitano que integraba una de estas bandas que se aprovechaba de los abuelos.
El sospechoso detenido se había fugado en marzo de este año del Penal de Baradero y se lo vincula con una organización de gitanos que asaltaba ancianos. Junto a él fue aprehendido otro sujeto por resistencia a la autoridad policial.
Estos dos individuos de la colectividad zíngara fueron detenidos el domingo sobre la avenida Jara en las cercanías de la calle Roca. Uno de los dos sujetos tenía pedido de captura por haberse fugado del Penal N°11 de Baradero donde estaba bajo el programa “Casas por cárceles” y era investigado por ser sospechoso de participar en una violenta banda que se dedica a robar abuelos. En este caso intervino el personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) que en los últimos días siguió los pasos de un integrante de la colectividad gitana apodado “Cacho” en el marco de una serie de investigaciones por delitos cometidos contra personas de la tercera edad. La causa está en manos del fiscal Marcos Pagella.
La persona cuyo seudónimo es “Cacho” era el que tenía pedido de captura por haberse fugado el 4 de marzo del programa “Casas por Cárceles” en Baradero, donde se encontraba alojado por haber sido encontrado culpable de robo calificado en poblado y en banda, además de privación de la libertad agravada por violencia en concurso real entre sí.
La policía pudo aprehender al sospechoso en Roca y Jara, en la vereda de la propiedad que frecuentaba. Fue reducido por los uniformados que tuvieron que lidiar con una serie de altercados protagonizados por “Cacho” y otros individuos que serían su familia y salieron en defensa de su captura.
Por estos disturbios, el personal de la DDI con los efectivos que colaboraron de la comisaría cuarta, detuvieron también a otro gitano por resistirse a la autoridad. Ambos utilizaban una identidad falsa, sostenida por los documentos apócrifos que llevaban en su poder, los cuáles fueron secuestrados por la policía. En este último delito, tomó intervención la Fiscalía de flagrancia a cargo de Pablo Cistoldi.
Según informaron las fuentes policiales, la detención de “Cacho” está vinculada con varios ilícitos cometidos y además, lo consideraron como uno de los miembros más peligrosos de la banda compuesta por gitanos.
En la investigación trabajaron articuladamente, además del personal de la DDI, la Dirección de Homicidios de la Policía, del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires y del Ministerio de Seguridad. Así se llegó a conocer con profundidad la manera en que se movía este clan y sus antecedentes en robos, homicidios y estafas.
La banda de gitanos, se hizo “famosa” por su ferocidad al asesinar, dejar lisiado y golpear a los ancianos asaltados. Uno de sus crímenes fue en el 2007, siendo la víctima María Epifanio Di Ciccio de 81 años: “asesinada por ocho integrantes de una banda formada por 40 gitanos, con causas abiertas en Quilmes, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Morón y Capital Federal”, según contó el hijo de la mujer fallecida, Humberto Di Ciccio.