Néstor Aníbal tiene 70 años y está acusado de liderar la banda de falsificación más importante de España. El hombre fue detenido junto a su hijo y otra decena de personas.
Un ciudadano argentino de 70 años que llegó a utilizar tres identidades falsas fue detenido este jueves en Madrid como acusado de liderar la banda más importante de falsificadores de documentos de España, la cual abastecía especialmente a marroquíes para poder ingresar a ese país.
El sospechoso, llamado Néstor Aníbal, su hijo y otra decena de personas fueron detenidos luego de casi un año de investigaciones que terminaron cuando se encontró un laboratorio completo dedicado a la confección de documentación apócrifa, el más grande hallado hasta ahora en España, según explicaron.
La Policía realizó nueve allanamientos en todo el país, en los que se encontraron grabadoras láser, máquinas industriales, seis impresoras láser, dos prensas de impresión tampográfica y termográfica, dos escáneres, tres equipos informáticos de última generación y unas 2.000 tarjetas en blanco, la mayoría con el chip incorporado, lo que demostraba un gran conocimiento sobre el tema, sofisticado y profesional.
Al dar detalles de la “Operación Chacal”, las autoridades indicaron que Aníbal era un auténtico “artesano” del documento falso y que costaba descubrir los plagios que realizaba.
Aníbal mudaba el laboratorio cada tanto y el último, ahora desmantelado, se encontraba en un edificio de oficinas de la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, que tenía como fachada un negocio dedicado a la impresión.Los investigadores definieron al principal detenido como un hombre “meticuloso” y también autodidacta, aunque con conocimientos de impresión o dedicado a ellos en alguna etapa de su vida.
Se refirieron a él como un perfeccionista “apasionado” de su trabajo al punto que cuando fue detenido, él mismo explicaba a los policías cómo hacía la falsificación porque había ingeniado hasta técnicas de secado de la tinta.
Según las fuentes, el detenido llevaba 30 años en España de forma irregular y en ese período utilizó las identidades de Juan Carlos, Alfredo y Mateo. En su poder, se hallaron 25.000 euros que tenía guardados en una caja de seguridad