“Devuelvan a nuestras chicas”, el reclamo de los fans nigerianos durante el partido contra Argentina

En pleno juego, desde la tribuna desplegaron pancartas reclamando por las más de 200 chicas secuestradas por el movimiento islamista Boko Haram

La fiesta mundialista se vio empañada por la violenta realidad que se vive en Nigeria. La euforia del fútbol no apaga los reclamos por las acciones del grupo islamista Boko Haram, que ya lleva secuestrados a cientos de nigerianos y ha asesinado a otros tantos.
“Devuelvan a nuestras chicas”, decían algunas pancartas que se podían ver en la tribuna mientras se llevaba a cabo el partido entre Nigeria y Argentina, en el estadio Beira Rio en Porto Alegre, Brasil.
Los carteles hacen referencia a las más de 200 jóvenes nigerianas que fueron secuestradas el pasado mes de abril de un colegio del estado de Borno, en Nigeria.
El grupo Boko Haram es responsable de varias acciones terroristas que ya causaron cientos de muertes. Se trata de insurgentes que llevan más de una década realizando acciones armadas con el objetivo de prohibir cualquier actividad asociada con Occidente, en el marco de un conflicto histórico que se remonta a un siglo atrás.
El nombre oficial del grupo es Jama’atu Ahlis Sunna Lidda’awati wal-Jihad, que en árabe significa “Gente comprometida con la propagación de las enseñanzas y la Yihad del Profeta”, pero fue llamado Boko Haram por los residentes de la ciudad de Maiduguri, al noreste del país, donde el grupo tiene su base y ejerce mayor influencia.
La organización insurgente fue fundada en el año 2002. Boko Haram significa “está prohibida la enseñanza occidental”. Así, promueve una versión del islam que prohíbe a los musulmanes participar de actividades políticas o sociales asociadas a Occidente.
La organización terrorista ha consolidado al Estado como objetivo militar y son usuales los ataques a iglesias cristianas, escuelas y estaciones de policía en diferentes partes del país.
También secuestra turistas occidentales y asesina políticos islamistas pertenecientes al gobierno. Las acciones violentas de los insurgentes arrojan un número aproximado de 10000 muertes entre el año 2002 y 2013.