El abogado que en su momento intervino en la causa por el crimen de Gastón Bustamante como representante de su hermana Rocío habló en la 99.9 sobre la evidencia que en su momento se dejó pasar sobre la actitud de la madre de ambos.
El crimen de Carlos Bustamante supuestamente a manos de su esposa, Verónica González, reabrió el debate sobre lo sucedido en el proceso de investigación de la muerte de Gastón, hijo de la pareja.
En su momento, intervino en el caso el abogado Diego Beillure como abogado de Rocío Bustamante y en la 99.9 contó su percepción sobre este nuevo crimen: “los problemas psiquiátricos de la señora saltaban a la vista. Pueden haber actuado presiones políticas sobre la fiscalía. Una vez que se puso el ojo sobre Julián Ramón era difícil dar vuelta el rumbo del barco. Esta mujer había tomado un papel psicópata de ser una madre del dolor”, indicó.
Fue crítico además con la tarea del fiscal Rodolfo Moure cuando se limitó sólo a una vía de investigación y no abrió más el juego: “si se analizaba el expediente, en ausencia de otras personas, se eligió una línea investigativa y no se apartaron de eso. Incluso desde mi punto de vista jamás debió ser admitida como particular damnificado, tenía que estar en la lista de sospechosos y estaba proponiendo medidas para la investigación”.
Beillure destacó que la vinculación con los últimos instantes de Gastón con vida, eran demasiadas como para pasarlas por alto: “fue la última persona que vio al chico vivo, fue la primera persona que lo encontró muerto y la única que tenía ADN en toda la escena del crimen, más allá de que era la madre y vivía ahí. No había otras pruebas y la mujer tenía otro celular del cuál se auto amenazaba. El fiscal dijo en estos días que la había investigado, pero no se que investigó”.
Ahora con el crimen del padre de Gastón, las similitudes son demasiado evidentes para Beillure: “los dos hechos son calcados, con una personalidad agresiva y homicida me da a pensar que tendríamos resueltos los dos hechos. Los dos ataques son en la cama, sin ningún motivo aparente y son arteros. Son ataques de locura a los golpes pero reconociendo la criminalidad del acto, es una psicópata descontrolada”.
Quien terminó pagando los errores en la investigación fue Julián Ramón y tiene que ver para el abogado con algo sistemático en la justicia: “el sistema judicial regala prisión en casos donde no hay elementos firmes y con presiones de tener un detenido y resolver las cosas. El poder político empieza a presionar fiscales pero hay que tener el temple de decir, tenemos estas pruebas, podemos ir hasta acá. La causa daba para investigar muchas cosas más y eligió quedarse con una sola”, reiteró.