El ex embajador argentino en China habló sobre la forma en que el país asiático está enfrentando al Coronavirus y señaló algunas características particulares de la sociedad: “es el único lugar donde se pueden hacer cinturones sanitarios para 50 millones de personas, que la gente no se mueva de su casa y aplicar con disciplina social una metodología que sería practicamente imposible de aplicar en cualquier lugar del mundo”, explicó.
El Coronavirus está generando un fenómeno singular en una cultura muy particular. El embajador argentino de 2015 a 2019, Diego Guelar es quien ha abierto importantes vías de mercado con el gigante oriental y desde su experiencia, contó en la 99.9 lo que significa esta pandemia.
“Por primera vez ante un problema sanitario que China ha tenido y muchos, ha adoptado una metodología para combatirlo y lo está haciendo con todo. Esto es nuevo, a China no le gusta ni le gustaba comunicar mucho y hoy lo está haciendo. El tema está siendo tratado con seriedad, tendrá su pico en las próximas semanas, se encontrará una vacuna y el episodio se cerrará. Mientras tanto hay muchas vidas por cuidar”, opinó.
El surgimiento del virus, se da además en un tiempo particular como el Año Nuevo Chino: “que ocurra un tema sanitario en medio de la mayor movilización turística y de gente del mundo, que son 700 millones de chinos circulando dentro y hacia afuera de China, es el peor momento para controlar un virus que está en el aire. China es el único lugar donde se pueden hacer cinturones sanitarios para 50 millones de personas, que la gente no se mueva de su casa y aplicar con disciplina social una metodología que sería practicamente imposible de aplicar en cualquier lugar del mundo”, dijo.
Lejos de lo que antes se pensaba y veía de China, como el Lejano Oriente, hoy para Guelar la situación ha cambiado de manera contundente a punto tal que lo consideró como un país cercano: “China no es un fenómeno lejano a la Argentina, es nuestro principal socio en el mundo, es nuestro principal banquero e inversor además de tener un flujo de gente intenso. Por día hay 10 vuelos directos a China por día, además de otros indirectos. Tenemos que tratarlo como algo cercano y grave y no lejano y exótico”, aclaró.
El origen del contagio estaría dado en la ingestión de animales que parecen lejanos para una dieta argentina, pero que en algunos lugares de China, aún son muy comunes después de una historia importante de carencias y hambre generalizado: “el fenómeno del mercado de Wuhan que vemos por televisión, en un 90% no es representativo de la China moderna que tiene productos de todo el mundo e hizo un proceso de inclusión social y avance tecnológico. Pero viene de una cultura milenaria de una enorme hambruna. Todavía hay focos de existencia de esa historia que son presente, pero no representa a la China moderna”, concluyó.