Carlos Batthyany: “En 2021 comenzaremos las pruebas en humanos de un medicamento contra la obesidad”

El Director Ejecutivo del Instituto Pasteur de Uruguay habló en la 99.9 sobre el dinero que han conseguido para llevar ese año las pruebas del medicamento Eolo 3 a Australia buscando dar el paso definitivo. Además, explicó los efectos de esa droga.

No es sencillo desarrollar ciencia desde Sudamérica, pero los intentos cada vez tienen mejores resultados. La empresa argentino-uruguaya Eolo Pharma ha recibido una fuerte inyección de dinero buscando que un fármaco que están diseñando para combatir la obesidad pueda dar el paso hacia las pruebas en humanos.

El Director Ejecutivo del Instituto Pasteur de Uruguay, Carlos Batthyany brindó detalles al respecto en la 99.9: “es una gran colaboración entre Argentina y Uruguay. En 2016 gracias a la iniciativa de la incubadora de Sancor Seguros en Sunchales, que es como un Silicon Valley en Santa Fe, pudimos presentar nuestro proyecto académico para que, si lograbamos un lugar, pudieramos dar los pasos para que nuestro compuesto pase del laboratorio a la prueba con humanos”.

Ese camino lo recorrieron con éxito y ahora ya están pensando en el enorme desafío que tienen por delante: “la CEO de la compañía se presentó al concurso, obtuvimos una plaza y nos empezaron a enseñar sobre el gerenciamiento de un emprendimiento mientras hacíamos nuestra ciencia con objetivos más claros. En 2019 cerramos una ronda y con ese dinero, podremos ir en 2021 a Australia para hacer la primera prueba en humanos”.

Lo que probarán se denomina Eolo 3 y no es más que una droga que busca combatir un enorme flagelo del mundo, la obesidad. “Nosotros trabajamos sobre las enfermedades vasculares y metabólicas que son las mitad de la mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles, la otra mitad es el cáncer. Todas estas enfermedades tienen en su base patogénica, una respuesta inflamatoria crónica como una respuesta del organismo pero que los médicos no podemos diagnosticar. Lo que queríamos era encontrar fármacos que apagaran esa respuesta inflamatoria crónica”.

A partir de ello, decidieron trabajar sobre drogas existentes para encontrar la combinación ideal: “fuimos a buscar en la historia de la medicina fármacos que se utilizaron durante mucho tiempo para modificarlos aumentandoles la potencia. Por esas cosas de la suerte de la ciencia, nos cruzamos con un fármaco que lo que hace es que, cuando un paciente tiene calorías de mas, en vez de acumularlo como grasa, favorece a que salga del cuerpo como calor. El fármaco, de manera eficiente, separa la obesidad de las complicaciones metabólicas de la enfermedad”. 

En Australia darán un paso muy importante, pero será sólo el inicio de otro proceso: “lo que haremos en Australia es confirmar que el fármaco no tiene toxicidad. Después viene la fase 2 con un grupo recudido de pacientes donde se comprueba que el fármaco hace lo que decimos que hace. Luego se pasa a una muestra más grande para seguir comprobando su eficacia. Eso tardará unos 5 años si todo sale bien y con cifras de dinero multimillonarias”, advirtió.