La abogada Miriam Bergman, querellante en la causa del Proyecto X, indicó en la 99.9 que la acusación a los frentes de izquierda para que denuncien ante la CIA y Estados Unidos si sabian algo, es una forma de cubrirse por sus propios actos. “El caso Snowden desnuda los propios sistemas de espionaje que instauró el país”, agregó.
El espionaje de Argentina hoy se posiciona como un tema importante, después de que salieran a la luz casos como el Proyecto X y que hoy se ven reivindicados con las declaraciones de la Presidenta contra algunos frentes en particular. Uno de ellos es la izquierda política.
En ese sentido, habló en la 99.9 Miriam Bergman, abogada querellante en la causa del Proyecto X quien señaló con claridad que “decirle a la izquierda argentina que no denuncie a Estados Unidos o a la CIA es un argumento muy llamativo. Cualquiera que haya vivido en este país y se haya dedicado a la política es una de las grandes consignas que históricamente ha tenido la izquierda. Sólo puede ser una mentira dicha en función de justificar el espionaje local”.
La consigna es muy sencilla, se intenta justificar algo que el propio gobierno realiza contra sus ciudadanos. “La Presidenta de la Nación para defender a Evo Morales de la provocación que sufrió, tiene un problema enorme porque ella está denunciada porque sus fuerzas de seguridad realizan espionaje político todos los días. El caso Snowden desnuda los propios sistemas de espionaje que instauró el país, el Proyecto X es uno, pero hay otros”, destacó.
La designación de César Milani al frente del Ejército, es una señal más de la política que quieren llevar adelante. “Los protagonistas dijeron en su momento que no había constancias que involucraran a Milani en un hecho concreto. Después de las especulaciones internas, a nosotros nos exceden. Nuestra obligación como frente de izquierda, es denunciar que la designación de Milani no puede ser más un reforzamiento de esta linea de inteligencia interna”, indicó sobre una de las personas polémicas del momento. Luego abundó: “nombrar a alguien por primera vez en la historia como jefe del ejército que proviene de los sectores de inteligencia no es una casualidad”.
Si bien los mecanismos de inteligencia siempre se han aplicado en cualquier país, es importante saber cuál es el límite que indica la ley: “lo que entra en colisión primero con esta estructura es que está prohibido. El artículo cuarto de la ley de inteligencia indica que el Estado no puede recopilar datos en relación a las personas con motivos gremiales, políticos, sindicales o religiosos. Esto es lo que está sucediendo. Lo que nosotros planteamos es que estos programas se deben desmantelar porque la constitución de un enemigo interno tiene que ver con lo más reaccionario de la doctrina de la Seguridad Nacional y fue el justificativo de las grandes dictaduras”.
Respecto del espionaje, un punto fuerte del gobierno incluiría a aquellos que trabajan tratando de brindar una salida dentro de las villas de emergencia. “Todo lo que sea trabajo en villa, está incluido en el Proyecto X, uno de los capítulos más grandes es detectar quiénes son los referentes, cuántas personas organizan en cada una de las villas, al menos en lo que yo ví”, destacó Bergman.
Con todo esto consignado y sabiendo que tienen la razón, la causa del Proyecto X sigue en camino buscando identificar a los responsables. “La causa está en plena etapa de pericias, por eso creo que el mensaje de la Presidenta tiene que ver con la impunidad. Que Cristina adelante que es una causa armada, ya nos da una pauta de cómo será la investigación”, finalizó.