Ha pedido a sus asesores que averigüen si es posible. Políticos daneses dudan de si se trata de una burla del presidente estadounidense o es “una muestra de que se ha vuelto loco”.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha pedido a sus asesores en la Casa Blanca que averigüen si es posible comprarle Groenlandia a Dinamarca, según informaron este jueves varios medios estadounidenses.
Estas informaciones indican que Trump ha mencionado la cuestión diversas veces en las últimas semanas durante reuniones y cenas.
‘The Washington Post’ señaló que en la Casa Blanca ya se ha discutido sobre la legalidad de la hipotética compra, del proceso para incorporar un territorio con su propio gobierno y también de dónde saldría el dinero para la adquisición.
La cadena CNN, por su parte, anotó que Trump, un multimillonario que hizo su fortuna en el desarrollo inmobiliario, ha pedido al abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, que estudie la posibilidad.
Ambos medios comentaron que los asesores de Trump están divididos entre los que creen que el mandatario habla seriamente de comprar Groenlandia, y los que consideran que se trata de un capricho pasajero.
Las versiones de los medios no aclaran cuál es el motivo por el que Trump estaría interesado en la compra de Groenlandia, aunque algunos especulan con sus recursos naturales y otros con su importancia geoestratégica por su cercanía al Ártico.
Groenlandia es una isla ubicada en América del Norte, al noreste de Canadá, y cubierta por hielo en un 75% de su superficie.
Sus 2,1 millones de kilómetros cuadrados hacen de ella la mayor isla del mundo, aunque habitada por tan solo unas 56.000 personas, en su mayoría de etnia inuit.
Políticamente, Groenlandia pertenece a Dinamarca, aunque se trata de un territorio autónomo que desde 2009 maneja todas las competencias excepto política exterior, defensa y política monetaria.
Estados Unidos ocupó en 1941 Groenlandia para evitar una posible invasión nazi de la isla después de que los alemanes ocupasen Dinamarca, situación que se prolongó hasta el fin de la guerra en 1945.
En 1951, Estados Unidos construyó en Groenlandia la estratégica Base Área de Thule, que cobró especial importancia durante la Guerra Fría.
Trump no sería el primer presidente estadounidense en tratar de comprar Groenlandia, ya que, según el ‘Post’, Harry Truman (1945-1953) ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por la isla una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Las reacciones en Dinamarca no se han hecho esperar. Políticos de este país han recibido con sorna esta noticia y se preguntan si no es una broma.
“Debe de ser una broma del 1 de abril completamente fuera de temporada”, aseguró en la red social Twitter el ex primer ministro danés y actual líder de la oposición, el liberal Lars Løkke Rasmussen, aludiendo a la tradición sajona en esa fecha. “Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura”, respondió Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria.
Su homólogo del Partido Social Liberal -cuarta fuerza en la Cámara y aliado del Gobierno socialdemócrata-, Martin Lidegaard, se mostró esperanzado de que se trate de una “broma”, ya que en caso contrario sería una idea “terrible” que supondría una pérdida de autonomía para los groenlandeses y una posible militarización de la isla.
“Digo ‘no, gracias’ a que compren Groenlandia, mejor reforzar la relación con Dinamarca. Hay que resaltar además que tampoco es una mercancía que se pueda vender”, afirmó Aaja Chemnitz Larsen, una de las dos diputadas groenlandesas en el Parlamento danés.