La doctora Donata Chesi, integrante de Usina de Justicia, habló en la 99.9 sobre un caso puntual, testigo de la forma en que la justicia lo primero que hace es defender a los delincuentes, en vez de a los familiares de las víctimas.
El caso de la muerte de dos chicos atropellados por un tren en su raid para escapar de un grupo de delincuentes adolescentes que querían robarles, fue realmente impactante. No sólo por la violencia del hecho, sin porque además, una vez fallecidos estos jóvenes, los delincuentes les robaron pertenencias e incluso mostraron lo que habían hecho por redes sociales.
Más allá de lo aberrante del hecho, más indignante resulta la actitud de la justicia que debería estar para cuidar a las verdaderas víctimas, pero elige absolutamente lo contrario. “Todo comenzó con una fiesta para juntar fondos de cara a un viaje de Egresados en la zona de Benavídez. A la salida, estos dos chicos Emanuel y Gastón fueron interceptados por una banda de muchachos armados con distintos elementos como facas y armas de fuego. Los querían asaltar y ellos ayudaron a las chicas que los acompañaban corriendo hacia las vías del tren. Eran todos chicos de la misma edad y del mismo barrio”, dijo en la 99.9 la médica e integrante de Usina de Jusitica, Donata Chesi.
El desenlace fue trágico, pero lo que no quedan dudas es del accionar criminal de quienes los llevaron a la muerte: “Emanuel y Gastón no vieron que llegaba el tren del otro lado y terminó trágicamente. Ya muertos y mutilados, les quitaron las zapatillas nuevas y les revisaron la ropa para sacarle toda pertenencia. Luego lo subieron a las redes y se vanagloriaron el acto de salvajismo. Uno de estos chicos es menor de edad con antecedentes de haber cometido abuso sexual y otro mayor de edad, duerme con las armas debajo del colchón”.
Chesi fue una de las encargadas de mediar desde Usina de Justicia con la fiscal primero, y luego con los propios jueces intervinientes. “La familia de los muertos queda en estado de indefensión. La fiscal intentó cambiar la caratula, dejandolo como un robo que derivó en una muerte y no como un homicidio. De entrada, se negó a investigar quienes eran los que los estaban atacando cuando la gente del barrio los había reconocido. La fiscal le dijo a las madres que son chicos que hay que darle oportunidades para que se regeneren y que iba a dar charlas en el colegio donde iban para ver si los podía redimir”.
El hecho de que la mayoría de la banda agresora estaba integrada por menores pasó a ser un problema. Entonces, decidieron ir directamente a hablarle a los magistrados para pedir explicaciones sobre la forma en que se quería presentar el caso. La respuesta fue aún más decepcionante: “el juez de Pilar que fuimos a ver, nos dijo que en realidad los padres de este muchacho les había parecido buena gente. No podemos confiar en fiscales que deberían defender a las familias de las víctimas, porque ella asumió la defensa por la vida de los jóvenes considerando que quienes les quitaron la vida son tan víctimas como los muertos”.
Por ahora, el primer paso que pudieron lograr ha sido positivo porque se cambió la carátula; pero si no había una presión por parte de Usina de Justicia, todo hubiera seguido por los carriles iniciales de la fiscalía: “luego de haber intervenido y hablado con los dos jueces, uno de menores, han cambiado la carátula y se investigará como un homicidio en ocasión de robo. Creemos que esto permitirá tomar otro rumbo”, se esperanzó Chesi.