Tienen entre 14 y 17 años. En un fin de semana se apoderaron de doce bicicletas; fueron sorprendidos cuando entraban en una casa para saquearla. Se denunciaron seis asaltos en siete días.
Fueron seis robos en una semana. En todos esos hechos, los ladrones no violentaron los alambrados perimetrales que rodean el country ni escaparon luego de saltar los muros. Los responsables de esos asaltos estaban dentro del barrio cerrado. Se trata de una banda de menores, de entre 14 y 17 años, que viven en el Highland Park Country Club, de Pilar.
Según consta en una denuncia policial a la que tuvo acceso el diario LA NACION, los autores de los robos fueron identificados. Tanto la policía como los responsables del área de seguridad del tradicional complejo, comunicaron a los padres de los menores asaltantes de la existencia de dos causas penales en contra de los adolescentes. Pero los mayores dijeron que no podían hacer nada para controlarlos.
“Uno de los robos ocurrió un sábado. Me levanté a las 7 para salir a dar una vuelta por el country con una de mis hijas. Pero cuando fui a buscar las bicicletas descubrí que las habían robado. Me faltaban las cinco bicicletas que usa toda la familia. Teníamos tres en el frente de mi casa y dos en la parte posterior”, expresó uno de los vecinos que fue víctima del robo en la denuncia realizada el 6 de abril pasado, a las 18.30, en la comisaría de Del Viso, del partido de Pilar, que tiene jurisdicción en el country.
Las cinco bicicletas robadas en la casa del vecino denunciante fueron halladas dos horas después en poder de un grupo de jóvenes que fueron sorprendidos por dos vigiladores del country cuando irrumpían en las viviendas de los socios del lujoso complejo.
Cuando el socio que realizó la denuncia concurrió al puesto de guardia del country para recuperar las bicicletas, comprobó que tres de los rodados habían sido inutilizados y no servían más.
Además de esas bicicletas había otros siete rodados que pertenecían a distintos vecinos que, a medida que se despertaron, fueron advirtiendo que habían sido saqueados. En una semana se denunciaron seis asaltos. La sucesión más importante de hechos ocurrió entre el 5 y 6 de abril. “Los que me robaron las bicicletas forman parte de una banda de chicos que viven en el country y que se dedican a cometer hechos vandálicos”, dijo uno de los vecinos que fue víctima de un robo.
Ocho horas después de que el personal de seguridad sorprendió a los menores cuando entraban en una casa, un vigilador encontró a los adolescentes fumando marihuana en una de las calles internas del barrio. Los jóvenes también llevaban dos botellas de vodka. “La combinación de drogas y alcohol entre los adolescentes constituye un problema que no sólo afecta a Highland. Se trata de una problemática que no es nueva, que se presenta en la mayoría de los countries donde la situación es mucho peor que en Highland. Aquí hemos creado una comisión especial para tratar esta clase de incidentes”, explicó uno de los integrantes del Consejo de Administración del complejo, que vive en el barrio y que solicitó mantener su nombre en reserva.
Con respecto a la sucesión de robos cometidos entre el 6 y el 13 de abril, el socio explicó: “Se trató de una serie de episodios aislados que fueron denunciados por un solo vecino. No hubo más gente afectada. Tengo entendido que el padre de uno de los chicos acusados intentó disculparse con el denunciante, pero no lo atendió. Además, me comunicaron que este hombre le ordenó a su hijo que no invitara más al grupo de amigos que lo acompañaban cuando lo sorprendieron en el momento en que entraba en una casa, aparentemente para robar”.
Antes de sorprender a los sospechosos, un vigilador siguió el rastro de las bicicletas que los vándalos abandonaron por las calles Zebruno, Overo y Pintado hasta la vivienda en la que habían irrumpido los jóvenes.
A raíz de los robos se iniciaron dos causas penales. Uno de los expedientes fue radicado en la fiscalía descentralizada de Pilar del Fuero Penal Juvenil, a cargo de Alejandra Toymil. En esta dependencia judicial, el caso fue caratulado como tentativa de hurto y la primera medida de la representante del Ministerio Público fue notificar a los padres de los menores imputados sobre la existencia de una causa penal contra los chicos. Una de las bicicletas que había sido robada fue hallada en la casa de uno de los menores acusados.
La segunda denuncia quedó a cargo de la fiscalía de Instrucción N° 3 de Pilar, a cargo de Gonzalo Acosta. Fuentes policiales indicaron que en el caso de los robos de las 12 bicicletas, se determinó que tres de los acusados eran invitados de tres de los chicos que viven en el country y que habían concurrido a una fiesta en una casa del barrio.