El neurocirujano español Kita Sallabanda habló esta mañana en la 99.9 sobre la evolución de las técnicas de tratamiento del cáncer que han permitido aumentar la expectativa de vida de los pacientes. “En el caso de la radiocirugía, hemos pasado de una sobrevida de 3 meses a una sobrevida de entre 2 y 10 años”, señaló.
El tratamiento de los distintos tipos de cáncer ha avanzado mucho, con técnicas innovadoras que permiten ampliar la expectativa de vida de las personas que padecen esta enfermedad. En el caso de los tumores que aparecen en la cabeza, se ha evolucionado de una manera muy importante, a punto tal que la expectativa de vida pasó de meses a años.
Así lo expresó esta mañana en la 99.9 el neurocirujano español Kita Sallabanda, quien explicó que “los datos de literatura contemporánea decían que la sobrevida de un paciente con metástasis cerebral tenía una expectativa de vida de 3 meses, pero con la introducción de técnicas modernas de radiocirugía y tumores cerebrales se ha hecho posible que controlemos muy bien el cáncer en la cabeza”.
El cambio es fundamental para prolongar la vida, en algunos casos a un período de tiempo que era impensado hasta hace poco: “los pacientes pasaron de una sobrevida de 3 meses a una sobrevida de entre 2 y 10 años. Hemos transformado una enfermedad aguda en una enfermedad crónica. Lo conseguimos gracias a una técnica que se llama radiocirugía, una radiación con dosis muy altas en la cabeza, pero es una cirugía sin bisturí. No lo curamos, es cierto, pero lo transformamos en una enfermedad crónica”.
Pero no es tan sencillo encontrar la manera de llegar a este tratamiento, y ahí está el gran déficit que plantea hoy la medicina: la accesibilidad universal. “Los pacientes deben tener acceso a la técnica. En España tratamos pacientes de nuestro país y de todo el mundo, pero no pudimos hacer aún que todos los españoles tengan acceso a este método. Tenemos que intentar que todos tengan esa oportunidad”, advirtió Sallabanda.
Nuestro país fue uno de los primeros en implementar la radiocirugía, pero todavía no se ha desarrollado la técnica de la manera debida. Por eso, el español remarcó que hace falta solo una buena inversión de dinero inicial: “en Argentina se implantó esta técnica antes que en Estados Unidos, incluso antes que en España. Después se desarrolló en distintos países del mundo. Requiere una inversión principal que tampoco es muy grande. Podemos utilizar una tecnología que no tiene que ser tan cara, es solo una primera inversión y después ya no cuesta anda. Debemos apoyarnos en una inversión pública o privada para hacer posible que los pacientes tengan acceso a este tratamiento”.
Por el momento, lo que se puede hacer es difundir esta modalidad para que, al menos los pacientes, sepan que de su existencia: “la gente debe conocer que existe otra posibilidad, eso es muy importante. Hay que formar a los médicos para que también lo comuniquen”.
Si bien la neurocirugía es aplicable y ayuda a prolongar la vida, el cáncer ya no tiene los mismos parámetros que hace unos años atrás: “el cáncer no es lo que era antes, la mortalidad ha cambiado mucho. El concepto evolucionó y no es una enfermedad mortal como antes. Ahora es una enfermedad crónica y, a veces, curable. El 60% del cáncer hoy se cura, no es que se controla, realmente se cura”.