Uno de los mayores difusores de la convocatoria popular denominada 8N, Luciano Bugallo, analizó cuales serán los pasos a seguir después de una manifestación que aún hoy tiene sus repercusiones. “Esto recién empieza, la ciudadanía se despertó y es consciente del poder que tiene”, destacó en la 99.9.
Aún después de 20 días, las repercusiones del 8N siguen en pie y ha sido una demostración demasiado grande para dejarla pasar tan rápido. Una de las personas que difundió de manera activa la convocatoria en las redes sociales fue Luciano Bugallo quien cursa el último año de Administración Agraria en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Esta mañana en la 99.9, “Lucho” como lo conocen habitualmente, analizó las repercusiones de esa imagen emblemática en el Obelisco con miles de personas reclamando. “Nos consideramos difusores de la demanda de un sector de la sociedad que está harta y espera que el gobierno responda. A través de las redes sociales, se canaliza. Hay que aclarar que no hay líderes y que los que hemos aparecido en los medios a pesar de que nos busquen relación con la política, no tenemos ningún interés en ese sentido”, aclaró Bugallo.
Fue claro además con la inconformidad de los manifestantes ante las repercusiones que dejó ese día: “la gente no quedó conforme con la respuesta de la presidenta, pero es lo que se esperaba. Ellos saben cuáles son los reclamos, pero al no tener respuesta prefieren debatir y decir que no saben porque protestamos. Esto recién empieza, la ciudadanía se despertó y es consciente del poder que tiene, sabemos que los que están en el poder deben servir al pueblo y no ser nosotros servidores de ellos. Mientras el gobierno siga sordo, nos seguiremos organizando y protestando”, afirmó.
Dentro de la enorme masa de gente que se quejó en todos los puntos del país, Bugallo eligió un aspecto para rescatar: “rescatamos la participación de los jóvenes, lejos de lo que algunos voceros han dicho que los que nos manifestamos eramos los mismos que golpeamos la puerta de los cuarteles, nada más lejano a eso. Tengo 31 años y en ningún momento se me cruza por la cabeza que el gobierno se vaya, sino que se quede y se haga cargo de los problemas. Vivimos en un país democrático y más allá de que haya sido elegida con el 54% de los votos, no tenemos porque quedarnos con los brazos cruzados y esperar 4 años para castigar con el voto”.
Lo que se ha provocado en la gente, no debe quedar en el pasado. “Esto generó una sensación de esperanza. La gente nos dice que les parecía raro que los jóvenes no se despierten y salgan a las calles y después del 8N se ve una luz de esperanza, la posibilidad de ver que no somos tan diferentes entre nosotros. La gente estaba feliz porque abría una puerta de esperanza, los rostros tenían una expresión de alegría”, destacó Bugallo.
Por último, reclamó que se piense en todos los argentinos, sino la cifra de personas que se opongan a la manera de gobernar de Cristina Fernández seguirá en aumento: “la gente no cree más el relato porque hay una diferencia abismal con la realidad. La gente necesita creer en alguien. No deben gobernar para el 54% que los votó, ni para el 46 restante, deben gobernar para el 100% y no todos nos sentimos representados. Si siguen en esta actitud la próxima manifestación será con el doble de gente”, concluyó.