Mercedes Marcó del Pont defiende su gestión al frente del Banco Central y pide que la política monetaria sea anticíclica. Entrevistada en su oficina en el barrio de Once, la economista anticipa una caída más pronunciada en el segundo semestre. En sus palabras subyacen cuestionamientos a la gestión Kicillof-Fábrega.
Periodista: Le ofrecieron la Embajada de Francia luego de su salida. ¿Por qué decidió no aceptarla?
Mercedes Marcó del Pont: Por razones familiares y porque me quiero quedar en la Argentina. Es un momento extraordinario para el país y hacia adelante se juegan muchas cosas en términos de continuidad. La trinchera está en la Argentina.
P.: Durante su gestión afirmó varias veces que la emisión no genera inflación, en el marco de niveles altos que se registraron en esos años. ¿Cómo explica, entonces, esa alta inflación?
M.M. del P.: En el Banco Central quise romper con la visión ortodoxa de que la emisión es la causa de la inflación. El financiamiento del Central al Tesoro se materializa en recursos que se aplican a inversión pública y jubilaciones, entre otras cosas. Todo eso genera demanda, la cual se la quiere relacionar con la inflación. Pero no es necesariamente así. Hay que pensar la inflación del lado de la oferta a partir de la oligopolización del sector productivo argentino. Hay una asignatura pendiente del sector empresario argentino más concentrado. Tienen que dejar de pensar que van a compensar la baja productividad con devaluaciones.
P.: Sectores industriales encabezados por Héctor Méndez han pedido una nueva devaluación en las últimas semanas. ¿Es correcto el tipo de cambio actual?
M.M. del P.: Los que plantean un ajuste cambiario están ignorando que hubo una devaluación a principios de año y eso no redundó en una mejora de la competitividad. Los industriales tienen que pensar la competitividad desde otra perspectiva. Es cierto que un tipo de cambio competitivo es importante para que la Argentina se siga industrializando pero el Gobierno lo mantuvo en niveles correctos mediante políticas de intervención.
P.: Luego de la baja registrada esta semana, ¿espera más cambios en las tasas de interés en el corto plazo?
M.M. del P.: La combinación de ajuste cambiario con una tasa de interés alta tiene responsabilidad en la actual desaceleración económica. Eso se está tratando de compensar con políticas anticíclicas. La tasa de inflación se está desacelerando y la política monetaria debería acompañar a la política fiscal en su rol anticíclico.
P.: Se viene registrando una demanda alta de dólar ahorro junto con un mayor interés por el dólar “Bolsa”. ¿Ve a más gente volcada al dólar por el no acuerdo con los fondos buitre?
M.M. del P.: Son tensiones especulativas. Con poco, el mercado marginal del dólar se mueve rápidamente. La mayor resistencia a liquidar exportaciones y las movidas especulativas en el mercado ilegal del dólar promueven el vuelco al dólar por parte de un segmento minoritario de ahorristas. Hay que estar atentos a todas estas señales.
P.: El blanqueo de capitales a través del CEDIN y el BAADE se mantiene en niveles bastante bajos luego de haber sido prorrogado varias veces. ¿Por qué no terminó de despegar?
M.M. del P.: Es difícil actuar sobre los fondos que ya se fueron. Soy escéptica acerca de estas grandes posibilidades salvadoras de que los ahorros de los argentinos vuelvan al país. Gran parte de la fuga registrada a lo largo de los años no regresó. Todo depende de las expectativas y del escenario que se plantea en materia de sector externo hacia adelante.
P.: ¿Cómo evalúa la estrategia implementada por el Gobierno en el caso de los fondos buitre?
M. M. del P.: No solamente coincido sino que también agradezco que esa sea la estrategia. El Gobierno podría haber pagado y sacarse el tema de encima, desde un punto de vista mezquino y oportunista. Eso hubiera reactivado la economía en el corto plazo y dejado los riesgos al próximo Gobierno. Pero no se puede poner en riesgo todo el proceso de reestructuración de deuda por un resultado cortoplacista. Es un tema complejo que no sólo impacta sobre la Argentina sino en toda la discusión sobre la agenda financiera internacional. Hay grandeza y convicción en las políticas de Estado implementadas. Cuando pase el tiempo vamos a tener que agradecer al Gobierno por buscar resolver definitivamente el tema de la deuda.
P.: ¿Ve un riesgo en los procesos de reestructuración de deuda a partir del caso argentino?
M.M. del P.: Claro que sí. La Argentina recibió un gran apoyo, no porque nos quieran o les caigamos simpáticos. Tiene que ver con que se dan cuenta de cómo un juez de una jurisdicción, con el apoyo de todo el sistema judicial de Estados Unidos, puede poner en jaque a una nación.
P.: Griesa fue ampliamente cuestionado por su parcialidad a los fondos buitre. ¿Qué le pareció su desempeño a lo largo de la causa?
M.M. del P.: Griesa siempre se colocó del lado de los intereses de los fondos buitre. Eso quedó absolutamente demostrado en las últimas audiencias. Los abogados de los fondos buitre son quienes realmente lideran la discusión judicial y no él. Tiene un enorme desconocimiento de sus propias decisiones. Yo tuve que lidiar con las consecuencias del entorpecimiento al funcionamiento de la economía argentina por las medidas cautelares de Griesa.
P.: ¿Por qué no funcionó el plan de ADEBA para comprarles la deuda a los buitres?
M.M. del P.: Nunca se conocieron a fondo las condicionalidades de la propuesta. Se habló de varias alternativas. Si en el medio había un involucramiento de los fondos SEDESA, esto significaba que el Estado era parte de la negociación y se ponía en riesgo la activación de la cláusula RUFO. La decisión del Gobierno es separar la discusión de los privados con el proceso que sigue la Argentina.
P.: Estando en el Banco Central, usted criticó fuertemente a las agencias calificadoras, las cuales hoy han puesto a la Argentina en un default selectivo. ¿Coincide con ese diagnóstico o hay intereses detrás del mismo?
M.M. del P.: Era algo que se esperaba. Acompaño la definición del Gobierno de que la Argentina cumplió. En el contrato con los bonistas está estipulado que es default si la Argentina no paga o si los fondos no se transferían y eso no pasó. Es un sesgo típico de las agencias calificadoras que sabemos a qué intereses responden. Es cierto que tenemos problemas internos y no hay que negarlos, pero no están relacionados con lo que ocurre en los mercados internacionales.
P.: ¿Cuáles son esos problemas internos que enfrenta la economía?
M.M. del P.: No descarto que tengamos un segundo semestre como el actual, con problemas en materia de crecimiento de algunas empresas y aumento en los despidos. Hay que valorar la capacidad del Estado para sostener la demanda a través de la inyección de recursos públicos. La Argentina viene mostrando hace varios años una insuficiencia en materia de dólares por problemas en la estructura productiva. Esto iba a ser cubierto con inversiones en áreas estratégicas luego del arreglo con el Club de París y con Repsol. Pero el litigio con los fondos buitre modificó esa perspectiva.
P.: ¿Considera suficiente el nivel actual de reservas del Banco Central para ese contexto económico?
M.M. del P.: No hay nivel de equilibrio de reservas sino que depende de las condiciones del escenario interno e internacional. El nivel actual es suficiente para seguir administrando cualquier tipo de tensión que se pueda dar en el mercado de cambios. Eso no significa ignorar que la presencia de un desequilibrio del balance de pagos requiere ver con qué mecanismos se va a acceder a financiamiento externo para cubrirlo.
P.: Durante su gestión se registró una marcada caída de las reservas. ¿Se podría haber evitado aplicando otras medidas?
M.M. del P.: Tuvimos una fuerte caída por varias conductas de los agentes económicos que coincidieron. Eran pulseadas de sectores económicos importantes. Algunos sectores decidieron retener las exportaciones mientras que otros anticiparon importaciones. Se interrumpieron las líneas comerciales con el exterior y las empresas se empezaron a endeudar en el mercado interno porque era más barato. Todo esto en un marco de expectativa por una devaluación. Las decisiones del Gobierno para lograr mayor ahorro externo iban dirigidas a modificar este marco.
P.: ¿Por qué se produce su salida del Banco Central?
M.M. del P.: La decisión de la Presidente fue centralizar en el Ministerio de Economía todas las decisiones de política económica. Yo venía con discusiones importantes con miembros del equipo económico acerca de la realidad y teníamos distintas miradas sobre las mejores opciones para la economía.