Lo indica un informe del INADI. El 54% fue discriminado o presenció un hecho de discriminación. Los principales motivos son el nivel socioeconómico, el aspecto físico y la obesidad. Apenas el 8% hizo la denuncia.
En el aula se aprenden las cosas buenas y, a veces, las malas. El Mapa Nacional de la Discriminación, una gran encuesta a 14.800 personas de todo el país, reveló que el ámbito educativo es el espacio donde se registra la mayor cantidad de actos de discriminación. El estudio, coordinado por el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI), con la colaboración de 27 universidades nacionales, es el primero con conclusiones de alcance nacional sobre la problemática.
Del total de hechos de discriminación contabilizados, el 34,5% tuvo lugar en espacios educativos, ya sea en la escuela primaria, secundaria, universidades o incluso en talleres de capacitación. En ese grupo, tres de cada diez encuestados dijeron haber sido víctimas de maltrato alguna vez en su vida, y una proporción similar contó haber visto un hecho discriminatorio que le sucedió a otro. En segundo lugar, entre los espacios donde se comenten más actos de discriminación, quedó el ámbito laboral.
Las causas más frecuentes para ese tipo de maltrato en espacios educativos, según las respuestas que procesó la investigación, fueron la condición social y el aspecto físico, en ese orden. Más atrás, el sobrepeso y el color de la piel.
Otro dato llamativo del trabajo, en el que se consultó a personas de entre 18 y 74 años, es que solo el 8% de los que se sintieron víctimas de discriminación denunciaron el hecho. Por otra parte, el índice de denuncia aumenta cuanto más alto es el nivel de educación.
“La escuela es la caja de resonancia de todos los casos de discriminación. Cuando pasa algo de esto en los colegios, toma más fuerza que si sucede en otros lugares. Al igual que en el ámbito laboral, en estos establecimientos hay mucha interacción social y por eso aumentan los casos”, le dijo a Clarín el interventor del INADI, Pedro Mouratian, al momento de presentar el estudio en la Biblioteca Nacional, junto al titular del Consejo Interuniversitario Nacional, Arturo Somoza.
El trabajo de capacitación con los docentes es clave, “ellos son quienes más conviven con los chicos y quienes les enseñan a no discriminar. También es sumamente importante la educación en las casas”, analizó Mouratian.
La especialista en educación Elena Duro, autora de varios trabajos sobre bullying en colaboración con Unicef, explicó que “existe una problemática global” vinculada al maltrato en ámbitos escolares. Según dijo, deben instrumentarse más políticas para que los docentes cuenten con herramientas para actuar en el aula y capacitar a los chicos para que sepan defenderse y reaccionar de una manera sana. También, informar a los padres sobre la problemática. “El maltrato también puede potenciarse en las redes sociales”, advirtió.
El Mapa Nacional de la Discriminación deja en claro varios contrastes. Por ejemplo, señala que mientras se percibe en forma hipotética que los boliches son los espacios donde se dan más casos de discriminación, los encuestados vivieron experiencias concretas de ese tipo mayormente en ámbitos educativos. Al mismo tiempo, los hechos que con más frecuencia se transforman en una denuncia, según estadísticas del INADI, son los que ocurren en espacios laborales.
El director de Políticas contra la Discriminación del organismo, Pablo Roma, le dijo a este diario que las mayores fricciones se dan en los espacios donde “se construyen y dirimen las relaciones sociales”, entre los que ubicó a la escuela, el espacio laboral y ámbitos comunes entre vecinos en los barrios. En ese contexto, aclaró que no se trata de una segregación de clase, sino que “la discriminación es un hecho transversal, que ocurre en todos los niveles socioculturales” y que incluso puede darse entre personas de condiciones similares, como un adolescente que recibe burlas por no tener las mismas zapatillas que su amigo.
A partir del análisis y las conclusiones, que por primera vez son de alcance nacional, desde el INADI señalaron algunos aspectos positivos de los resultados. “Antes, muchos de estos temas estaban invisibilizados; y ahora, con el debate que impulsó la sanción de nuevas leyes como la de matrimonio igualitario, se percibe una mayor grado de conciencia en la población”, explicó Mouratian. En ese sentido, un 57% de los casi 15 mil encuestados le adjudicó una “alta importancia” a discutir sobre el problema de la discriminación. Roma, por su parte, agregó: “muchos de estos temas antes eran exclusivos de la vida privada, pero cada vez están más instalados en el debate público y construyen una nueva agenda”. Sin embargo, el camino por recorrer todavía sea largo.