Nota de Martín Kanenguiser sobre el aumento del 44% en el gasto público y las dificultades para controlar la inflación.
Las cuentas fiscales arrancaron el año con el pie izquierdo por el aumento del 44% en el gasto primario registrado en enero. El dato que la Secretaría de Hacienda dio a conocer ayer complica el objetivo del Gobierno de lograr el superávit para controlar la inflación y el dólar.
Las cifras oficiales, a priori, podrían lucir auspiciosas, ya que el Gobierno exhibió un superávit primario -antes del pago de la deuda- de $ 798,5 millones en el primer mes del año. Sin embargo, de inmediato aparecen las luces de alarma, dado que ese ahorro se logró gracias a que la Anses le aportó al Tesoro 2.942 millones de pesos y el Banco Central otros $ 55 millones para que el resultado no se revelara como negativo.
El otro dato relevante es que, luego del pago de la deuda, hubo un déficit financiero de $ 3.052 millones. La explicación de estas cifras es el aumento del 44% del gasto primario -frente al 33% en promedio del 2013-, por encima del 38% de suba de los ingresos. Los analistas consultados por La Nación creen que será imposible llegar al 2,5% de superávit planteado por el Gobierno para este año.
En principio, el inicio del año no resulta auspicioso, ya que el superávit primario fue peor que el del año pasado: $ 798 millones frente a $ 815 millones, pese a que este año se sumaron $ 3.121 millones a las rentas de la propiedad, que hace un año solo ascendían a $ 94 millones. El aumento del gasto se debió principalmente al incremento de las transferencias corrientes al sector privado del 73% y al sector público en un 79%. Así, el aumento por los subsidios fue del 65%, mientras que las jubilaciones y salarios crecieron el 34%.
Por otra parte, el Gobierno viene de registrar un déficit fiscal primario de 22.469 millones de pesos en 2013 -frente a los $ 4.374,9 millones de 2012- y proyectó para este año un superávit de $ 83.889,3 millones, equivalente al 2,5% del PBI, según el presupuesto nacional.
El director de Prefinex, Nicolás Bridger, explicó que el año pasado “cerró con un déficit primario, excluyendo transferencias de la Anses y del Banco Central de 3 por ciento del PBI, producto de un gasto primario creciendo por encima de los ingresos, del 33,4% frente al 26% interanual, respectivamente”. El analista detalló que “la divergencia en las tasas de crecimiento de gastos e ingresos se acentuó en el último trimestre: 35,7% frente al 20,7% interanual”. Si bien en enero se redujo esa diferencia, “el gasto primario aceleró su crecimiento y sigue estando por encima del crecimiento de los ingresos”.
Por esta razón, indicó, si se excluyeran las transferencias extraordinarias, el resultado de enero de 2013 habría sido superavitario en $ 637 millones, pero en enero último habría arrojado un déficit de $ 2.309 millones. “Si en 2014 uno de los objetivos de la política económica es mejorar la situación fiscal, el crecimiento del gasto primario debe situarse por debajo del de los ingresos”, sentenció Bridger.
Ariel Barraud, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), subrayó que “el arranque de año 2014 muestra un crecimiento del gasto a una velocidad que no es habitual, ya que supera en casi 20 puntos porcentuales a la de enero del año pasado”.
En esa sintonía, la directora del estudio Bein, Marina Dal Poggetto, señaló que “el alza del 44% en el gasto primario con recursos totales creciendo 43% sostienen el resultado primario en la zona de 800 millones de pesos, aunque después de intereses el déficit sube de 1.500 a 3.000 millones”. En realidad, los ingresos tributarios crecieron 37%, mientras que el resto lo aportó la Anses.
De todos modos, la economista consideró que habrá dos factores a seguir con mucha atención en el plano fiscal: “hay que ver cuándo y cómo arranca el intento de bajar la incidencia de los subsidios. Y, por otro lado, la devaluación tiene un impacto directo favorable sobre el resultado fiscal”. El estudio Bein estimó que si la devaluación llega al 55% este año, el fisco podría sumar unos $ 50.000 millones adicionales a la recaudación, una cifra nada desdeñable para el complicado objetivo que tiene la AFIP en materia de ingresos tributarios, según el presupuesto 2014.
Al respecto, el director de la consultora ACM, Maximiliano Castillo, sostuvo que “el resultado fiscal de enero confirma que, hasta el momento, las finanzas públicas no muestran ningún indicio de corrección”. Este registro inicial, opinó, “confirma la insostenibilidad de la política fiscal. Y en este contexto, es muy difícil prever una mejora de las cuentas públicas nacionales este año. Y el déficit primario, neto de los ingresos por rentas del BCRA y de la Anses, alcanzará el 2,9% si no se toman medidas correctivas”.