A pesar de que así quieren hacerlo ver, el Club de Padres del Colegio Nacional “Arturo Illia” está lejos de desaparecer, gracias a la iniciativa de quienes lo integran. “Eso es lo que quiere hacer el vicedirector del colegio, Carlos Van Haubart”, contó Patricia Allega en la 99.9.
En nuestra ciudad, las injusticias son parte de lo cotidiano. Aunque suelen ser reflejadas en pocos ámbitos, excepto a través de la 99.9. Esta mañana, Patricia Allega se refirió a una problemática particular que atraviesa el Club de Padres del Colegio Nacional Arturo Illia, donde los directivos insisten en que la agrupación ha desaparecido. Desmintiendo falsas versiones, aclaró que “el club de padres no desaparece”. Y agregó: “al menos, eso estamos intentando. Necesitamos el apoyo de los papás, los docentes y los chicos, porque una institución con personería jurídica no puede desaparecer de un día para el otro. Eso es lo que quieren hacer; eso dice el Vicedirector del colegio”.
El directivo que está haciendo lo imposible para hacer desaparecer a esta entidad tiene nombre y apellido: “Carlos Van Haubart es uno de los vicedirectores que estuvo en la gestión saliente y que ahora estará nuevamente ahí. Es un profesor de Historia del colegio”.
Los padres de los alumnos siempre se han llevado bien con los dirigentes de la Universidad Nacional. Por eso están desconcertados ante esta situación y también ante la falta de apoyo: “en el año 2010 fuimos recibidos por Morea, director de la UNMDP. Pusimos a su disposición el Club de Padres para trabajar juntos. Fuimos amablemente recibidos y ahora no tenemos una explicación oficial, después de funcionar desde 1989. Nos avasallan”.
Hay una innegable influencia política en esta decisión, algo que se confirmó con el inicio de la inscripción para los alumnos de este año: “en el colegio, mientras estaba la inscripción, había gigantografías que no entendíamos de la Universidad Nacional de Mar del Plata, de ADUM y demás. Los padres de los chicos que venían a anotarse salían preocupados. Hay que tener presente que si bien es un colegio pre-universitario, los chicos tienen 11 años”, destacó Allega. Además, comentó: “recibimos una carta documento para desalojarnos. Estamos dolidos porque no merecemos que no se nos explique en la cara lo que pasa”.
En una filosofía prácticamente maquiavélica, nadie podía negarse a la desaparición del Club de Padres: “durante el año pasado nos fuimos enterando de que buscaban que el Club de Padres no tuviera casi actividad. Entre esas cosas, los profesores no podían pedirnos nada para demostrar que no aportábamos nada. Los preceptores necesitaban materiales sobre fin de año y se los negaban porque el pedido se hace en abril. El Club de Padres hizo la compra de materiales que pidieron y se le inició un sumario a la Jefa de Preceptores. El hecho era presionar”.
La idea pasa por formar una cooperadora que reemplace a la agrupación de padres. Incluso, les han hecho llegar una ley para su formación. Lo cierto es que mientras los directivos se encargan de negar la existencia del Club de Padres, sus integrantes tienen pocas ganas de hacer lo de siempre: “para esta fecha, nosotros organizamos todos los años una tallarinada de bienvenida para los padres y los chicos que ingresan al colegio. Este año no tengo ganas de ponerme a trabajar con esto, porque no dejan ingresar padres al colegio”.