Con el anuncio de que dejará su cargo el próximo 28 de febrero, el Papa Benedicto XVI se convierte en el cuarto pontífice que abandona su puesto; aunque en los tiempos modernos, es el primero. En la historia de la Iglesia Católica, este evento no es algo muy común. La última renuncia fue la de Gregorio XII en 1415.
La renuncia de Papa Benedicto XVI es la cuarta en la historia del Vaticano. La última fue en 1415, cuando Gregorio XII dejó su cargo dos años antes de su muerte. Según Antonio Viana, profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra, “una vez que la renuncia es formal y acreditada, lleva consigo la vacante de la sede pontificia. Por lo tanto, es convocado el Colegio de Cardenales”. Además, en una entrevista a BBC Mundo, explicó que el caso es histórico para el derecho canónico moderno: “no hay precedente en la historia de la iglesia, pero sí está previsto que un papa pueda dimitir”.
Como se trata de un caso sin precedentes en el último tiempo, Viana asegura que tampoco se sabe cómo se presentará formalmente la renuncia: “debería presentarse ante el Cardenal Decano del Colegio Cardinalicio”.
David Willey, corresponsal de la BBC en el Vaticano, realizó una investigación a partir de la cual afirma que durante la Segunda Guerra Mundial, el papa Pío XII detalló en un documento que si llegaba a ser secuestrado por los nazis, se considere el hecho como renuncia y que se llame a elección de un nuevo pontífice. Hace más de cinco siglos, el papa Gregorio XII renunció a su cargo para poner fin a lo que se llamó el “Cisma de Occidente”. En ese momento, la Iglesia vivía una de las peores crisis de su historia, ya que había tres posibles candidados al trono papal: el Papa romano Gregorio XII, el Papa de Aviñón Benedicto XIII y el antipapa Juan XXIII. Finalmente, Gregorio XII decidió formalizar su dimisión y convocó a un concilio de la Iglesia que lo autorizó a elegir un sucesor. Dos años después, murió. En 1417 fue elegido Martín V como legítimo Papa.