El desborde de La Picasa amenaza a todo el noroeste bonaerense

Superó sus límites en varios tramos de la ruta 7 y pone en riesgo a Junín. Obras para aliviar.

Con el desborde de la laguna La Picasa, que superó sus límites en varios sectores de la ruta nacional 7, en donde hay más de 75 centímetros de agua sobre la calzada y continúa en ascenso, se complicó la situación provocada por las inundaciones que afectan a Santa Fe y al noroeste bonaerense.
Miles de hectáreas de campos se encuentran anegadas y las autoridades procuran que el agua no invada los cascos urbanos de los pueblos, por lo que se acelera la construcción de un canal aliviador desde Santa Fe hacia territorio bonaerense, que estaría terminado en 30 días.
“El canal hacia la provincia de Buenos Aires lleva 2.300 metros realizados de los 6.500 que tendría y se trabaja en la estructura como compuertas y defensas, la obra estaría terminada en 30 días”, detallaron voceros de la secretaría de Protección Civil santafesina.
En este marco, una de las localidades más afectadas es la centenaria Aarón Castellanos, 266 kilómetros al sur de Rosario, donde se detectó que varias compuertas habían sido soldadas desde hace tiempo impidiendo el drenaje del agua.

LA DERIVACION A JUNIN

Todas estas derivaciones amenazan seriamente a Junin. El subsecretario de Obras y Servicios Públicos de ese partido bonaerense, Marcelo Balestrasse, afirma que “la situación es alarmante, es muchísima el agua que se encuentra en los distritos arriba de Junín. Toda la masa hídrica del norte y noroeste de nuestra provincia, mas lo que se suma de la provincia de Santa Fe pasa indefectiblemente por acá. Ya tenemos el 50% afectado en nuestro partido, diría que hay más de 100.000 hectáreas cubiertas de agua”.
En este contexto, autoridades de municipios y comunas afectadas se reunieron con los Defensores del Pueblo de las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires para coordinar los trabajos, mientras se multiplican las quejas de los productores por el anegamiento de sus campos y la dificultad para que se alimente el ganado.
Mientras tanto, la laguna sigue creciendo y su desborde podría provocar inundaciones todavía más severas en campos y pueblos del sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires.
La situación, destacan las autoridades de todos los sectores afectados, “desnuda el faltante de obras importantes, que se sabía que eran necesarias, pero que durante todo este tiempo no se hicieron”.

“SITUACION DELICADA”

Tras el desborde, el secretario de Recursos Hídricos de Santa Fe, Juan Carlos Bertoni, aseguró ayer que la situación generada “es delicada, pero no catastrófica”, y descartó que pueda llegar a “arrasar pueblos”.
El funcionario, además, restó importancia a la soldadura de tres compuertas de un canal por parte de personas no identificadas, lo que evitaba el drenaje de parte del agua excedente de La Picasa.
“Es irrelevante y la canalización no estuvo bloqueada durante semanas, sino por un par de días. La Picasa está en un nivel máximo, pero eso no implica de ninguna manera que se arrasarían pueblos. Los desbordes se producen de manera suave, por lo que la situación sí es delicada, pero no catastrófica”.

Superficie

“La laguna La Picasa tenía en el año 1976 una superficie de 750 hectáreas, y hoy tiene 40.000 . Se multiplicó 70 veces y también se amplió otras 70 veces la cuenca”, señalaron autoridades de la localidad santafesina de Aarón Castellanos.