Suecia cierra la causa por violación contra Julian Assange, el fundador de Wikileaks

El australiano, recluido en la embajada ecuatoriana de Londres, será detenido si sale de la legación.

La Fiscalía de Suecia ha decidido cerrar la causa por presunta violación contra Julian Assange, de 45 años, fundador de WikiLeaks, una investigación judicial que está en el origen de su reclusión durante más de cinco años en la Embajada de Ecuador en Londres. “La fiscal jefe Marianne Ny ha decidido hoy cerrar la investigación en relación con la supuesta violación (grado menor) a Julian Assange”, ha informado en un comunicado la Fiscalía.
El archivo no se debe se haya aclarado la inocencia de Assange, sino a las dificultades del procedimiento al estar el fundador de WikiLeaks refugiado en la citada embajada. “Hicimos lo que pudimos. Hemos seguido esta investigación como cualquier otra relacionada con delitos sexuales y hemos utilizado todos los medios legales a nuestra disposición. El tiempo”, ha admitido la fiscal Ny, “ha sido un factor”. El procedimiento se abrió en 2010. “No podemos seguir”, ha concluido. El ministerio público sueco ya retiró los cargos por acoso sexual contra el pirata informático australiano en 2015.
El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que encabeza la defensa de Wikileaks, ha celebrado la decisión de la Fiscalía sueca. Pero el temor a que EE UU active una orden de detención contra su cliente se mantiene. Renata Ávila, miembro del equipo de abogados de Assange que dirige Garzón, asegura que el archivo de la investigación demuestra que fue un proceso “arbitrario” y acusa a la fiscalía sueca de impedir a su cliente “limpiar su nombre”.
La Policía británica ha emitido un comunicado en el que asegura que detendrá al australiano si pone un pie en la calle, ya que existe una orden judicial de detención vigente por no haberse presentado ante la corte de Westminster cuando fue citado, el 29 de junio de 2012. “La Policía Metropolitana está obligada a ejecutar la orden de detención si él abandona la embajada”, dice el comunicado, que añade que este es un delito “mucho menos serio” que el de violación por el que Assange era perseguido por Suecia hasta ahora.
Assange se recluyó en la embajada de Ecuador en Londres en 2012 y hasta ahora por temor a que su declaración ante la fiscalía sueca fuera “una trampa” para extraditarle a EE UU, donde creen que existe una “causa secreta” contra él por espionaje, delitos informáticos y sustracción de documentos.
El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, declaró el pasado abril que detener al fundador de Wikileaks era “una prioridad”. Garzón tuvo conocimiento de que existía un procedimiento abierto contra Assange en EE UU cuando el motor de búsqueda Google les comunicó que había dado acceso a las autoridades estadounidenses a los correos del fundador de Wikileaks y otros miembros de su equipo.
Reino Unido retiene su pasaporte australiano desde que se encerró en la embajada ecuatoriana en Londres por entender que había quebrantado las medidas cautelares impuestas al recluirse en la embajada ecuatoriana. Assange tiene asilo en Ecuador, de modo que podría trasladarse a vivir a ese país si no prospera una orden de detención desde EE UU.
En 2016, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias emitió una resolución sobre el caso, tras 16 meses recabando información de las partes, en la que calificaba de “detención arbitraria” el encierro de Assange en la embajada. “Han perdido”, declaró desde una ventana de la embajada sosteniendo la resolución de Naciones Unidas mientras sus seguidores aplaudían desde la calle. Pero Reino Unido y Suecia obviaron las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la ONU.

La defensa de Assange

Assange defendió en noviembre de 2016 ante la Fiscalía sueca en la Embajada de Ecuador que las relaciones con la mujer presuntamente violada fueron consentidas. Assange reiteró su inocencia por el delito sexual, asegurando que contaba con el consentimiento de la denunciante para mantener relaciones sin protección y denunció que el procedimiento era “abusivo”. Fue el primer interrogatorio al que se sometió el activista después de que en 2010 se abriera la investigación en su contra.
El abogado de Assange había solicitado hace unos días al Tribunal de Distrito de Estocolmo que se pusiera fin a la orden de arresto contra su cliente, argumentando que debía abandonarse ahora que Estados Unidos había expresado su deseo de imputar al fundador de WikiLeaks.
“Dado que Estados Unidos está tratando de cazar a Assange, tiene que hacer uso de su asilo político y Suecia tiene que asegurarle que no tiene por qué permanecer en la Embajada”, dijo entonces el abogado, Per Samuelson. “Si anulan la orden de detención habrá una posibilidad de que vaya a Ecuador y después pueda utilizar su asilo político en un país entero”, añadió. Ecuador dio asilo a Assange en 2011, pero el australiano no ha podido salir de su Embajada en Londres desde entonces.
El cierre de la causa se produce poco después de que la exanalista militar Chelsea Manning haya sido liberada tras siete años preso en una cárcel castrense por el caso de la filtración de datos secretos de Estados Unidos. Manning fue condenada a 35 años de cárcel por llevar a cabo en 2010 la mayor filtración de documentos gubernamentales secretos de la historia reciente de Estados Unidos, que dejó al descubierto los entresijos de los intereses diplomáticos de la primera potencia mundial y desató una tormenta internacional que enfureció a numerosos aliados de Washington. La condena fue la mayor de ese tipo impuesta en EE UU y terminaba en 2045, pero Barack Obama se la rebajó antes de concluir su mandato.