En palabras del vocero del Fondo Monetario Internacional, el organismo confirmó que apoyará la postura argentina ante los fondos buitres.
“Lo que puedo decir es lo que hemos dicho anteriormente. El Fondo está seriamente preocupado por las amplias consecuencias que esta decisión judicial podría causar al proceso de restructuraciones de deuda”, respondió Gerry Rice el vocero del Fondo Monetario Internacional a la pregunta de ámbito.com en referencia a lo manifestado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien descartó que el gobierno de Barack Obama apoye a la Argentina en la disputa contra los fondos buitres. Respecto de este último punto, este punto, el funcionario del FMI evito opinar respecto a lo manifestado por Kerry.
Ayer, el secretario de Estado fijo tajantemente su posición rechazando de plano la posibilidad de que el Departamento de Estado norteamericano respalde la postura argentina en caso de que la Corte de Nueva York solicitase la opinión del gobierno. “No, no lo haremos”, respondió ante la pregunta de un legislador republicano.
En fueros legales sorprendió este rechazo pues se había especulado que, en caso de que la Corte tome el caso argentino y solicite la opinión del gobierno de Estados Unidos, la administración Obama iba a respaldar a la Argentina. Es más, el propio FMI sigue manifestando de manera pública y privadamente las consecuencias negativas que tendría para otras restructuraciones de deudas soberanas que quede firme el fallo del Juez Griessa a favor de los fondos buitres.
En los pasillos de la Rosada se comentaba que la Cancillería venía sosteniendo que existían posibilidades de que Estados Unidos presentase un “amicus curiae” en respaldo la posición argentina.
No solo Kerry rechazo esta posibilidad sino que además anticipó el gobierno de los Estados Unidos “seguirá presionando” para que Argentina cumpla con su deuda y compromisos con los acreedores públicos como privados. “Continuaré haciendo todo lo que puedo y lo que el Departamento puede para recuperar esos fondos y los u$s 600 millones que le debe a los Estados Unidos (por la deuda total de bonos soberanos)”, recalcó Kerry ante las preguntas del legislador Mario Díaz Balart.
El Secretario de Estado mostro ante los parlamentarios que su gobierno llevó a cabo con éxito distintos reclamos para que Argentina comience a regularizar sus deudas. “Con nuestros pedidos, Argentina ha tomado algunos pasos positivos: en octubre arreglaron una larga disputa de inversión con tres empresas estadounidenses (que litigaban en el CIADI) e implementó en enero un índice de inflación mejorado para corregir deficiencias en sus reportes al FMI”, destacó.
La consulta del congresista surgió porque la semana pasada el Gobierno estadounidense volvió a apoyar al país ante la Corte Suprema, al presentar un “amicus curiae”. Esto fue en una causa secundaria, en la que los fondos buitre exigen conocer en detalle cuáles son los activos de Argentina en el exterior. En su escrito, criticó que “permitir más exanimación de los bienes de un país extranjero por parte de los tribunales de Estados Unidos, podría minar los propósitos de la Ley de Inmunidad Soberana de los Estados Unidos y tener un número de consecuencias adversas”.
Tras una larga batalla judicial de 10 años, el juez Thomas Griesa ordenó 22 de noviembre de 2012 a Argentina el pago de u$s 1.330 millones a los fondos NML Capital y Aurelius “al mismo tiempo o antes de que les pague a los tenedores de bonos reestructurados”.
Desde su default en 2001, Argentina refinanció alrededor del 93% de su deuda impaga por unos 100.000 millones de dólares mediante dos canjes en 2005 y 2010 con quitas de hasta el 75% sobre el valor nominal de esos bonos. Pero los fondos de inversión NML y Aurelius, que compraron en su momento papeles de esa deuda a precio de remate, recurrieron a la justicia estadounidense para cobrar el 100% del capital más intereses y no aceptaron entrar en ningún canje.